El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha entregado este miércoles el Premio Ignacio Ellacuria de Cooperación para el Desarrollo 2019 a Anna Ferrer, cooperante y presidenta de la Fundación Vicente Ferrer, por su "compromiso, constancia, capacidad organizativa, racionalidad y sentido común"; así como por el trabajo realizado junto a las comunidades "más desfavorecidas de la India, en especial, las mujeres".

La cooperante fundó en 1969, junto a Vicente Ferrer, Rural Development Trust, la matriz en la India de la Fundación Vicente Ferrer. El propósito era apoyar el desarrollo de comunidades rurales empobrecidas y discriminadas del sur del país.

En un acto celebrado en la sede de Lehendakaritza, en Vitoria, la cooperante se ha mostrado "emocionada" tras recibir, de manos de Urkullu, este premio Ignacio Ellacuría.

En su intervención posterior, la cooperante ha destacado la vida del jesuita vasco y su trabajo en El Salvador señalando la "similitud de pensamientos y creencias" de Ignacio Ellacuría y Vicente Ferrer. "Ambos pidieron solidaridad en el mundo para luchar por la igualdad y dignidad con las personas más pobres y discriminadas", ha señalado.

Asimismo, ha recordado que cuando hace 50 años llegó a Anantapur, donde encontró una situación de "extrema pobreza" y "sin esperanza" y fue Vicente Ferrer quien les "inspiró y motivó", defendiendo que "en medio de la nada" en un lugar" semidesierto", la erradicación de la pobreza extrema "no era imposible ni un sueño".

"Vicente estaba convencido de que no podemos dejar solo a los gobiernos o instituciones grandes del mundo para erradicar la pobreza, que cada uno de nosotros tenemos el deber y la responsabilidad de hacer lo que podamos hacer, aunque sea muy pequeño, aportando nuestro pequeño grano de arena para que cada persona en el mundo tenga los derechos y oportunidad de tener una vida digna, libre de discriminaciones e injusticias", ha defendido.

Anna Ferrer ha luchado siempre para que las mujeres lideren la transformación de la India, con iniciativas que favorezcan la educación, e impulsando programas por la igualdad en el ámbito de la salud, la lucha contra los matrimonios precoces, el emprendimiento o el liderazgo, entre otros.

En este sentido, ha destacado el papel de las mujeres "fuertes y luchadoras" que "en Anantapur, y en muchas partes del mundo hoy en día son quienes lideran comunidades" y "no se rinden". "Tenemos que continuar esta lucha con constancia, sin parar, para que cada persona en el mundo tenga las mismas oportunidades y el derecho de tener una vida digna", ha subrayado.

En la entrega del premio, Urkullu ha destacado a su vez que Anna Ferrer ha dedicado toda su vida a la cooperación y ha subrayado que "su compromiso y trabajo, durante más de cinco décadas deja inscrito lo mejor de la condición humana en nuestra historia".

PIONERA EN LA COOPERACIÓN

"Es una pionera de la Cooperación para el Desarrollo y el mejor Premio que recibe es que su legado sigue creciendo cada día. Un legado que Anna sigue cuidando con el mismo interés, entusiasmo y detalle del primer día", ha señalado.

Según ha recordado, "en su juventud se encontró de frente con la profunda pobreza y decidió dar un paso al frente" en Anantapur, junto con Vicente Ferrer donde fundó el 'Rural Development Trust'.

"Nadie imaginó que aquella decisión iba a cambiar el destino de miles de personas, a quienes iba a devolver la dignidad y la esperanza. Nadie imaginó los logros en términos de vida personal y colectiva", ha indicado.

El lehendakari ha recordado que la Fundación Vicente Ferrer tiene en Euskadi más de 12.700 colaboradores, "una gran mayoría mujeres". "No nos sorprende porque la lucha por los derechos y la dignidad de las mujeres de Anantapur es la fuerza que mueve a Anna Ferrer", ha subrayado.

En este sentido, ha destacado el trabajo realizado por la cooperante para que "las condiciones de vida de las mujeres mejoren, y que hayan podido acceder a la educación o la sanidad, reduciendo los índices de desigualdad".

MODELO DE EMPRESA SOCIAL

"Sus logros hablan de trabajo, entrega y capacidad. Su experiencia merece ser estudiada como un modelo de empresa social, una eficiente maquinaria organizativa al servicio del desarrollo. Una empresa que ha sabido combinar resultados y alma", ha defendido.

El lehendakari ha explicado que el premio Ignacio Ellacuría de cooperación para el desarrollo "es más que un reconocimiento" a la labor de Anna Ferrer en los últimos 50 años, ya que quiere "mirar al futuro" porque su "ejemplo y trabajo" proyectan los "rasgos del mundo" que quiere "construir para las próximas generaciones" destacando "el valor de las comunidades, la visión siempre positiva de la Humanidad, y el reconocimiento de cada ser humano como agente de cambio, valioso en sí mismo".

"Anna Ferrer ha hecho de los valores de la justicia, el compromiso y la solidaridad sus pilares de vida. Nuestra respuesta es entregarle este Premio Ellacuria con toda la alegría y la ilusión que ella despierta en las personas con las que trabaja y a las que atiende", ha señalado.

Por último, ha recordado el trabajo realizado "durante años" primero de la mano de Vicente Ferrer y, en la última etapa, con su hijo Moncho y el resto del equipo, y ha hecho una "especial mención" a Jordi Folgado Ferrer, director general de la Fundación Vicente.

"Anna dice que todavía cree ver a Vicente en muchas situaciones. Debemos decirle que también nosotros y nosotras vemos a Vicente Ferrer, su ejemplo, inspiración y visión, reflejado en el trabajo de esta Fundación", ha concluido.

EL JURADO

El jurado ha reconocido la trayectoria personal de la cooperante británica por su "compromiso, constancia, capacidad organizativa, racionalidad y sentido común".

Asimismo, con este premio el jurado ha querido contribuir a "reconocer y visibilizar la enorme aportación de las mujeres a la cooperación para el desarrollo".

Según ha destacado, la "apuesta decidida" de Anna Ferrer (Essex, Reino Unido, 1947) por trabajar junto a las comunidades más desfavorecidas, y "en especial junto a las mujeres en una sociedad de gran arraigo patriarcal, como es la India", la han hecho un "referente" en la cooperación para el desarrollo a nivel mundial.

PREMIO DE COOPERACIÓN

El Premio Ignacio Ellacuria de cooperación para el desarrollo lo otorga el Gobierno Vasco, a través de la Agencia Vasca de Cooperación para el Desarrollo (AVCD).

Su objetivo es reconocer el trabajo de organizaciones, colectivos y personas, de dentro y fuera de Euskadi, en la lucha a favor de la igualdad y la justicia entre los pueblos y para la superación de la pobreza.

Asimismo, la AVCD pretende impulsar la difusión de logros y aportaciones que se dan en el ámbito de la cooperación con el fin de sensibilizar tanto a la sociedad vasca como a la internacional.