Bilbao - Euskotren ha dado los primeros pasos para prestar servicio en el futuro trazado ferroviario de la Y vasca. La compañía de ferrocarril dependiente del Gobierno vasco adjudicó a la consultora Indra la elaboración de un análisis de mercado sobre material móvil ferroviario de alta velocidad, un informe con el que quiere determinar los escenarios para la adquisición de unos convoyes que pueden alcanzar los 250 kilómetros por hora, con los que quiere conectar las capitales de la Comunidad Autónoma Vasca (CAV) -Bilbao, Donostia y Gasteiz-, barajando la opción de extenderse a Iruñea y Baiona, una vez finalizada la construcción y puesta en marcha de la Y vasca.

Son los servicios bautizados como Intercity y que pretenden dotar a la CAV de una nueva movilidad ferroviaria tanto interna como en sus relaciones con Iparralde y Nafarroa. Estas últimas son viables bajo el paraguas de las conexiones transfronterizas que incentiva la Unión Europea y en el marco de la Eurorregión donde están integradas la CAV, la Comunidad Foral de Nafarroa e Iparralde a través de Aquitania.

Según explica el pliego de condiciones del concurso adjudicado, la culminación del trazado de alta velocidad "va a suponer un antes y un después en términos de infraestructuras ferroviarias integradas, actualmente inexistentes" y eso tanto "en movilidad de personas" como "a nivel de prestación de servicios ferroviarios".

Toda una declaración de intenciones que, según Antonio Aiz, viceconsejero de Transportes del Gobierno vasco, supone que "vamos a pasar de la construcción de la red ferroviaria a su futuro servicio y explotación".

Y es que la potencial demanda de los Intercity será muy importante, sobre todo teniendo en cuenta que en la actualidad no existe prácticamente a nivel ferroviario. Aiz explica a DEIA cómo "los informes indican que se generarán 3,9 millones de viajes al año gracias a una frecuencia de trenes de treinta minutos en hora punta y de sesenta en hora valle, con 45 minutos de trayecto entre San Sebastián y Vitoria, y entre Donostia y Bilbao, y de treinta minutos entre la capital alavesa y la vizcaina". El viceconsejero considera que es "una demanda muy alta si comparamos, por ejemplo, el uso del AVE, los Intercity y Alvia entre Madrid y Valencia, por ejemplo, donde no han subido de los 2,6 millones de viajeros".

Tiempos y coste competitivos Para Aiz, "tanto los tiempos de viaje como el coste de cada trayecto van a ser competitivos comparándolos con autobuses y coches. Por ello, en el Gobierno vasco aspiramos a operar con Euskotren esos servicios Intercity que discurren dentro de la comunidad vasca".

La próxima liberación del mercado ferroviario en España, que a partir del mes de diciembre va a permitir a diferentes operadores ofertar sus trenes en trayectos explotados ahora por Renfe, da luz verde a que Euskotren pueda gestionar los servicios en el País Vasco. El viceconsejero explica además que "vamos a buscar, siempre de acuerdo con el Estado, que la Administración vasca tenga un orden de prioridad a la hora de prestar estos servicios internos".

El estudio, otorgado el mes pasado a la consultora por un montante de 60.500 euros y con un plazo de ejecución de cuatro meses, tendrá que definir las características de los trenes de alta velocidad en base a la demanda esperada, las características principales de la infraestructura y de circulación y el modelo de operación definido.

También detallarán las posibles empresas suministradoras, concretando lugares de fabricación y capacidad industrial así como los calendarios tipo previstos en este tipo de suministros y procesos necesarios en todas las fases. Así mismo, aportarán precios estimados de las futuras compras por parte de Euskotren teniendo en cuenta las características técnicas y físicas de los nuevos trenes.

El informe de Indra deberá incluir ejemplos concretos y al menos cinco fabricantes, así como las empresas que aporten subcomponentes tan importantes como los motores, las ruedas, las puertas y los sistemas de control, entre otros. Aiz explica que "queremos saber qué material móvil se necesitaría, cuáles son los servicios a prestar, cuál es el coste asociado a los mismos, qué financiación requiere, cuál puede ser la rentabilidad que puede tener...".

El viceconsejero considera que "tenemos que estar bien preparados porque entendemos que desde la Administración vasca, más cercana a las necesidades de movilidad que tiene Euskadi, estamos en mejores condiciones que ninguno para saber cómo atender esas necesidades optimizando al máximo las posibilidades que va a dar la Y vasca".

¿Y para cuándo será posible? Aquí el Gobierno vasco juega con más tiempo de cara al futuro. Aiz reconoce el retraso "de casi un año en el desarrollo de la Y vasca" generado debido a la reciente interinidad del gobierno en funciones de Pedro Sánchez. Ello supondrá que no se podrán cumplir con los plazos previstos de tener finalizada toda la obra civil en 2023 para que los trenes comiencen a rodar en 2024.

El viceconsejero de Transportes indica que "el tramo guipuzcoano que el Gobierno vasco está construyendo por encomienda sí va a estar para 2023, pero lo que compete a Madrid se ha paralizado y, por ejemplo, la definición de las llegadas del TAV a Bilbao y Vitoria no están cumpliendo sus expedientes administrativos a la hora de aprobar los estudios de impacto ambiental". Aiz deseaba que "ahora, con el Gobierno en activo, esperamos que se le dé un impulso".