Bilbao - “Internet ha cambiado profundamente el mundo y, en un mundo virtual, la conducta suicida y la conducta autolesiva no pueden escapar de la influencia que tienen las tecnologías de la información y de la comunicación, especialmente las redes sociales e internet”. Por este motivo, el psicólogo Luis Fernando López Martínez, autor del estudio Suicidio, adolescencia, redes sociales e internet (2016), advierte de que “la prevención del suicidio en internet es algo de atención inmediata”. En los últimos años se ha acuñado el término cibersuicidio para mostrar cómo las tecnologías de la información y la comunicación tienen un papel “primordial” por su influencia en determinados tipos de conductas, sobre todo autodestructivas, autolesivas y del suicidio.

“Cibersuicidio es la acción de quitarse la vida motivada, entre otras muchas variables, porque el suicidio tiene una naturaleza multifactorial, por páginas prosuicidas, visualización de contenido perturbador, por compartir recursos a través de internet”, explica el psicólogo, que ayer participó en las jornadas Suicidio, medios de comunicación y redes sociales, organizadas por la Asociación Vasca de Suicidología (Aidatu). “(Paul) Montgomery realizó un estudio en los años 2000 y 2012 que vinculó el crecimiento del uso de internet con la alta tasa de autolesiones en la población adolescente”, pone como ejemplo.

“En general, internet y las redes sociales son un medio de comunicación base para personas que han hecho de la enfermedad mental, de los problemas de salud mental su seña de identidad; ahí validan conductas, emociones, sentimientos y encuentran apoyo”, sostiene. Como parte de su investigación, el psicólogo realizó una búsqueda en Google con la frase quiero suicidarme. “Quiero suicidarme sin dolor, quiero suicidarme formas y quiero suicidarme pero tengo miedo fueron proporcionadas por el propio motor de búsqueda de Google, lo que quiere decir que son las más buscadas. El resultado de la búsqueda fue de 1,6 millones de entradas”, detalla.

Haciendo un análisis a las primeras entradas, el psicólogo comprobó que el 65% de la información era contenido “claramente prosuicida”. “La mayoría de los hilos están un poco ocultos como foros en páginas de coches, de ropa u otro tipo de productos. Ahí se abre un hilo y se llenan páginas de conversaciones. Tienen tantas visitas que Google lo posiciona arriba y cuando uno hace una búsqueda, aparecen”, explica López Martínez.

Investigación Según el psicólogo, esta es una realidad en fase de estudio. “La investigación debe entender cómo la conducta suicida y la conducta autolesiva han pasado de una esfera personal a una global. Conocer la información que se proporciona y desde qué lugares virtuales se comunican estas personas puede ser un primer paso para poder actuar de un modo preventivo, para hacer un estudio y poder hacer políticas de prevención en redes sociales e internet”, apunta. Algunas plataformas como Instagram o Facebook ya han empezado a dar algunos pasos.

“A través de Instagram, personas con una misma identidad, vulnerabilidad o con un mismo problema mental se ponían en contacto a través de un lenguaje oculto que mutaba cada día. Compartían imágenes de autolesiones, compartían medicamentos, recursos... Si una persona con una ideación suicida encuentra un grupo de apoyo que valida ese sufrimiento que tiene, le apoya y le ofrece recursos, pasará de la ideación a la planificación, y si sigue en ese grupo, a la tentativa. Las autolesiones son un indicativo muy fuerte de que puede haber una muerte final. Instagram parece haberse dado cuenta y ha eliminado 834.000 imágenes de autolesiones en internet”, apunta. Facebook, por su parte, tiene un sistema de alerta. “Están tomando un papel activo, pero que a todas luces es todavía insuficiente”, valora López Martínez.

“Ahora mismo, si uno busca en Google ‘quiero suicidarme’, lo primero que aparece es el teléfono de la esperanza. Es un paso, vamos por buen camino, pero necesitamos más intervención, más concienciación y mucha más formación”, continúa. En el Estado español, la Universidad de Alicante está llevando a cabo el Proyecto Life!, cuyo objetivo es la creación de una plataforma web en la que organizaciones de prevención del suicidio puedan ser alertadas de forma anónima sobre posibles mensajes y tendencias suicidas en redes sociales, gracias al desarrollo de aplicaciones informáticas que detecten emociones y sentimientos expresados en la red.