Bilbao - “Estamos discutiendo sobre las pruebas, sobre la fórmula más idónea, pero no olvidemos que todo esto es para poder dar la mejor atención a los pacientes. El objetivo es el paciente, la salud de la gente”, recuerda el doctor Manuel García Bengoechea, presidente del Colegio de Médicos de Gipuzkoa y una de las personas que ha participado en el proceso de elaboración del nuevo modelo de pruebas de selección de personal de Osakidetza. Del resultado del trabajo -presentado el pasado día 8 por la consejera de Salud, Nekane Murga-, el doctor García Bengoechea destaca la inclusión de pruebas e información complementaria, como entrevistas, currículum y publicaciones, a la hora de elegir médicos especialistas. “Está bien que haya pruebas que permitan una selección adecuada, es lo que se necesita”. “El final del camino -asegura- es que la atención médica sea óptima, la mejor que seamos capaces de dar”.

¿Los colegios de médicos han quedado satisfechos con el nuevo modelo de OPE?

-El documento final no ha pasado todavía por la junta de gobierno del Colegio, así que solo puedo dar mi opinión personal y creo que el documento todavía está muy abierto. A pesar de que lo veamos impreso, con aspecto de libro, lo cierto es que todavía hay muchísimo que desarrollar. El modelo plasmado se basa en el planteamiento que hizo un gabinete experto al que se consultó. Ese planteamiento general que hacía el informe del profesor Jiménez Asensio nos pareció en principio muy correcto y muy razonable y desde los colegios de médicos hemos aportado sugerencias y cuestiones que considerábamos interesantes. Con todo eso y otras aportaciones se ha desarrollado un modelo que todavía tiene mucho camino por recorrer y que abre la puerta a tratar de solucionar los problemas que había.

¿Cómo se solucionarán esos problemas?

-En la contratación de médicos podemos decir que hay dos grupos. Por un lado están los médicos de Atención Primaria, que tienen su propia OPE. Ese colectivo nunca ha tenido problemas porque es un grupo único que va a hacer un trabajo único, muy bien delimitado y homogéneo. Son especialistas en Medicina Familiar y Comunitaria que van a hacer un trabajo de primera línea, importantísimo y fundamental. El otro grupo, en el que ha habido problemas, es el de los especialistas para los hospitales. Y es que en los hospitales se diversifica el trabajo, las técnicas y el conocimiento se van haciendo cada vez más complejos y cuanto más grandes son o más crecen los centros, más sucede. Eso obliga a tener subespecialistas dentro de una misma especialidad y no son subespecialidades reconocidas, pero ocurre que en un centro pueden necesitar a alguien especializado en operar manos. Si en un hospital hace falta un traumatólogo para solucionar bien los temas de la mano, con unas preguntas tipo test no vas a conseguir elegir a la persona idónea. Entonces eso da pie y cabida a algo que a muchos no gustará, que son los concursos, entrevistas, currículum y otras fórmulas para buscar a la persona que realmente va a solucionar el tema.

¿Cree que con el nuevo modelo de OPE se podrá prever y cubrir la necesidad de esos especialistas?

-Yo creo que con una OPE esto no se soluciona. La respuesta es que haya un equipo permanente de Recursos Humanos que esté seleccionando profesionales y que trabaje constantemente, porque no se puede estar esperando una OPE multitudinaria cada no sé cuanto tiempo. Para determinados puestos hacen falta una entrada y salida ágiles. Se trata de buscar la figura que mejor va responder a eso que un hospital necesita en un momento determinado. El conflicto con algunos jefes de servicio, que lo han pasado fatal, viene en parte de esto, porque yo creo que la mayoría no han buscado su beneficio, sino que buscaban que el servicio tuviese lo que necesitaba. Fue una manera incorrecta de defender la calidad del servicio. Y, lógicamente, en un servicio en el que hay varias personas, la calidad empieza por la relación, por el conocimiento y por cómo se hacen las cosas.

¿El problema está en la selección de esos médicos superespecialistas?

-Sin buscar excusar determinada, creo que esto hay que tenerlo en cuenta. Lo que pretendo explicar es que hace falta tener flexibilidad para determinadas cosas y los exámenes tipo test, sintiéndolo mucho, no lo permiten. Lo que ocurre ahora es que los especialistas han aprobado el MIR y nunca más les van a pedir cuentas. Y eso no puede ser. La gente tiene un currículum, ha sacado unas notas durante la carrera, luego ha mantenido una formación continuada... pero nadie se acuerda de todo esto, solo cuenta el MIR. Así que ahora estamos trabajando con otros colegios para que se establezca alguna forma de recertificación, que cada equis años, como pasa en muchos países muy civilizados, el profesional tenga que demostrar que ha hecho formación continuada, que se ha mantenido activo y adquirido conocimiento. Por lo menos que se pase un filtro que garantice que cada profesional mantiene una formación estable a lo largo de su periodo de ejercicio laboral.

¿Con las nuevas pruebas se podrá paliar el déficit que hay en determinadas especialidades, como Pediatría, por ejemplo?

-Eso tiene otro trasfondo que es demográfico, depende de cómo tenemos ahora la población médica y las especialidades. Su solución va a ser lenta. Que las OPE sean ágiles y que seamos los que antes podamos atraer especialistas o médicos en general será bueno para nuestro sistema sanitario, pero en el caso de los pediatras, por ejemplo, el problema es que no hay muchos y la capacidad de la convocatoria MIR de generarlos está limitada.