La gestión de una vivienda turística supone a menudo un trabajo a tiempo completo que un particular no siempre se puede permitir porque ya cuenta con un oficio al margen de dicha actividad. Ello ha conllevado la proliferación de negocios de gestión integral que se dedican a administrar las viviendas de terceros. “Nos encargamos absolutamente de todo”, asegura Bruno de Zabala, uno de los socios de People Rentals, empresa que actualmente gestiona 30 viviendas en Bizkaia. De esa forma, los propietarios ceden su vivienda, y aunque están informados continuamente de todas las reservas que se registran, pueden desentenderse de tareas como realizar las gestiones de alta en el Gobierno vasco, comercializar y limpiar la vivienda o atender a los turistas.

“Se está profesionalizando el sector. Aunque parece algo sencillo acaba siendo complicado porque hay que estar pendiente de muchas cosas. Al hacerlo a gran escala tenemos automatizados muchos de los procesos”, expone De Zabala, quien abrió la oficina en Paseo de Uribitarte hace dos años y medio, después de que sus socios de Donostia, Vicente Mozo y Cristina Ortega, contaran con él para desarrollar el modelo de negocio en la capital vizcaina. “Comparando con el año anterior hemos triplicado el número de reservas prácticamente con el mismo número de viviendas. La tendencia es muy al alza”, añade De Zabala, quien explica que actualmente son ocho personas las que trabajan en Bilbao, donde hay más reservas que en Donostia.

Desde People Rentals cuentan que aún existe mucho desconocimiento sobre este sector y hay mucha gente que se acerca a informarse. Lo primero es saber si la vivienda puede dedicarse a la actividad turística. Mientras que Bilbao tiene una normativa restrictiva, otros municipios no cuentan con regulación. “Según la localidad revisamos si es apto para el uso o no”, señala el socio vizcaino. Después se realizarían las gestiones para dar de alta el piso en el Gobierno vasco. En algunos casos también se llevan a cabo reformas en las viviendas. “Tenemos a una persona que conoce muy bien el modelo de negocio y sabe lo que buscan los turistas”, indica.

Comercializar el piso conlleva fotografiarlo y garantizar su presencia en plataformas on line. “Estamos presentes en Airbnb, Booking, Homeaway, Expedia... en más de 150 portales en total. La que más reservas otorga hoy en día es Booking, donde el perfil de clientes es bastante institucional. Te da acceso a un público con una media de entre 40 y 50 años”, revela De Zabala. Además de la comunicación con los clientes, se encargan de realizar el check-in y el check-out. Recientemente han integrado un sistema de autocheck-in, lo que les permite “competir con un hotel que tiene recepción de 24 horas”. En palabras del socio de People Rentals, “está pensado para que el turista sea autónomo, pueda venir a la hora que desee y recoger sus llaves para dirigirse directamente a la vivienda”.

Entre las gestiones que realizan también se incluyen la relación con los inspectores del Gobierno vasco. De hecho, Bruno de Zabala explica que les han citado en más de una ocasión para ver que todo está en orden y añade que no solo han aprobado todas las auditorías realizadas, sino que entre las 1.500 reservas que han gestionado en lo que llevan en activo no han recibido ni una sola denuncia por parte de los vecinos. Al contrario, aseguran que algunos de los clientes se han quejado del ruido de los vecinos que habitan en los inmuebles donde están las viviendas turísticas.

En esa línea, De Zabala expone que el perfil de los clientes que tienen suele ser muy pacífico, abundan parejas con dos niños o dos parejas que viajan juntas. “Una vivienda te permite que si necesitas dos habitaciones las puedas tener con un núcleo común a compartir”, indica. Si hasta ahora eran más los turistas extranjeros -franceses, alemanes y británicos en su mayoría- los que realizaban las reservas, cada vez son más los estatales que se animan con esta modalidad que permite alojar hasta a cuatro personas por una media de 115 euros la noche.