Bilbao - Productividad y ética. La rectora de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), Nekane Balluerka, convirtió esta alianza en uno de los mensajes centrales de la apertura del curso académico, cuya ceremonia tuvo lugar ayer en la Facultad de Letras del Campus de Araba. En un mundo cada vez más individualista y en el que los resultados de cuentas se han convertido en religión, la rectora defendió que “no puede haber productividad sin valores éticos”. Durante su discurso, Balluerka destacó los retos del nuevo ejercicio, reclamó mayor autonomía universitaria y defendió que “una universidad que no investiga o que no pone la investigación en el centro de su actividad no es una universidad”.

El acto contó con la presencia de una nutrida representación política y de la sociedad civil encabezada por el lehendakari, Iñigo Urkullu; la consejera de Educación, Cristina Uriarte; la presidenta del Parlamento Vasco, Bakartxo Tejería; el presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, Juan Luis Ibarra, o el ararteko, Manuel Lezertua. También asistieron los lehendakaris Juan José Ibarretxe y José Antonio Ardanza. En el exterior de la facultad hubo varias movilizaciones, la más numerosa fue la protagonizada por las trabajadoras del servicio de contratas de limpieza del Departamento de Educación en demanda de mejores sueldos.

La ceremonia, sin embargo, discurrió con absoluta normalidad. La lección inaugural, titulada Herri ipuinak gaurko gizartean/Cuentos populares en la sociedad actual, corrió a cargo del profesor Xabier Etxaniz. Previamente, el secretario general de la UPV/EHU, Pedro Iriondo, presentó los datos de la memoria del curso pasado. Este año, 34.000 estudiantes han comenzado las clases en alguno de los 97 grados de la UPV/EHU, entre los que se incluyen cinco nuevos dobles grados. Casi 2.100 estudiantes cursarán al menos un cuatrimestre en el extranjero y 12.000 jóvenes tendrán la oportunidad este año de tener su primer contacto con el mundo laboral a través de las prácticas.

El lehendakari Urkullu mostró su apoyo a un modelo de universidad vasca “propio, acorde a nuestro tiempo, enmarcado en Europa y anclado en Euskadi. Abierto, innovador, transparente en la gestión, conectado y en relación constante con la sociedad”. Señaló que la educación es “un reto de país” y recordó el “compromiso” de su Ejecutivo con el “avance” de la universidad pública, como lo demuestran los 1.400 millones de euros destinados al Plan Universitario. Además de esta consignación, que ha contribuido a dar a la UPV/EHU la estabilidad financiera que reclamaba, Urkullu aludió a otras partidas menos abultadas pero igual de importantes en el desarrollo de la investigación base. En este sentido mencionó los 16 millones de euros que el Gobierno vasco ha aportado a los grupos de investigación de excelencia y a los nueve millones de euros para apoyar las carreras de los investigadores más jóvenes.

Respecto a la financiación, la rectora señaló que la universidad no puede depender solo de fondos públicos, sin que este empeño suponga una pérdida de su autonomía. Desde esta óptica, la rectora afirmó que en el desarrollo de la universidad pública “adquiere pleno sentido recabar también recursos del sector privado, a través de prestación de servicios o contratos de transferencia, sin que ello deba condicionar en modo alguno la independencia de la universidad». Desde su punto de vista, esta colaboración con el tejido económico y asociativo del país es “una consecuencia natural de la imbricación” de la UPV/EHU en la sociedad vasca, por lo que la universidad “debe seguir captando fondos de financiación privada, manteniendo al mismo tiempo sus valores de servicio público”.

A lo largo del último mandato, la universidad pública ha aumentado prácticamente un 30% el número de los contratos con instituciones y empresas, hasta los 1.300, por los que ha ingresado 8,4 millones de euros. También ha elevado un 50% los ingresos por las licencias de las patentes, con las que se ha embolsado 9,4 millones de euros. Es en este punto, en el que la rectora destacó el papel de la ética. “En mi opinión -dijo- no puede haber productividad sin valores. O, en otras palabras, la mejor productividad económica incorpora valores éticos, porque sin ellos también quiebra, a medio plazo, cualquier proyecto que quiera ser productivo”. Y reiteró que “no hay una verdadera contradicción entre lo productivo y lo ético, porque solo la ética garantiza la auténtica productividad”.