Bilbao- Mientras algunos apuran los últimos días de vacaciones, la vuelta al cole ya está aquí. Alrededor de 375.000 estudiantes empezarán las clases a partir del 9 de setiembre en Euskadi. Ahora toca llenar las mochilas con libros de texto, tablets, uniformes, ropa? Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), cada familia vasca se gastará de media unos 500 euros solo en equipamiento. Es un buen pellizco al que no todas las familias pueden hacer frente. A esto hay que añadir matrícula, autobús, comedor, extraescolares? La escolarización de cada hijo sale al final del año por un pico. Según la OCU, el gasto medio por hijo asciende a 1.993 euros al año, aunque la factura varía si estudia en la educación pública (1.176 euros), en la concertada (2.617 euro) o en la privada (6.171 euros).

El Gobierno vasco destinará este año 55 millones de euros en becas que podrían beneficiar a unos 190.000 estudiantes de niveles no universitarios. Pero antes de conocer si les han concedido o no la subvención, las familias tienen que adelantar el dinero. “Bueno, la cuesta de setiembre es un clásico ya, ¿no?”, afirma Ana de Bilbao, mientras debate con su hija Iratxe qué tipo de calculadora se van a llevar a casa. El estoicismo con el que la mayoría de las familias encaran la vuelta al cole pincha en hueso cuando sale a colación el tema del precio de los libros de texto, que oscila entre los 124 euros en Infantil y los 264 en Bachillerato.

¿Los libros deberían ser gratis, al menos en la enseñanza Básica? ¿El Gobierno debería subvencionarlos en las etapas posobligatorias (FP y Bachillerato)?Ana opina que sí porque “la educación es un derecho y para eso pagamos impuestos”. Pero en la calle hay respuestas para todos los gustos. “Más que ser gratuitos, porque es prácticamente impensable, a las familias nos ayudaría mucho que no anden cambiando todos los años de editoriales, y potenciar los sistemas de intercambio de libros”, afirma Iker, aita de dos hijos que estudian Primaria en el Fátima de Leioa. Iker lamenta que este año “no hemos podido aprovechar para Nahia ninguno de los libros de su hermano, con el que se lleva dos años, porque están escritos”.

Pier Luigi opina que los libros “esenciales”, léase, los de Legua, Matemáticas o Ciencias “deberían estar subvencionados, cuando no gratuitos”. En casa de este venezolano de nacimiento y bilbaino de adopción llevan “bien” la vuelta al cole “porque supone una vuelta a la rutina, aunque costará llegar a fin de mes”. Según cuenta, su familia ha “limitado un poco los gastos estas vacaciones para apañarnos cuando llegue la cuesta de setiembre. Además hemos cogido una línea de crédito importante, de pago a plazos a cero interés, porque ayuda a que todo sea un poco más llevadero”. Y es que como dice su pareja Carolina: “Sumando, sumando son más de mil euros por los dos niños”.

Se puede decir que Tere, de Gasteiz, está más que curtida en estas lides ya que su hijo Andoni empieza este año 2º de Bachillerato en Corazonistas. Tere lo tiene claro: “Escolarizar a un niño te sale por un ojo de la cara”. En opinión de esta gasteiztarra los libros “deberían tener una subvención en función de la renta de las familias y debería haber una forma de reciclaje de libros estructurada para todos los centros porque hay muchos sitios, como el nuestro, que no tienen el sistema de préstamo de la pública”. Que los libros de texto son caros, no cabe la menor duda. Y tampoco cabe la menor duda de que la progresiva digitalización del mundo de la enseñanza está dejando viejo el debate sobre la gratuidad de los libros de texto, aunque la herida seguirá abierta mientras el papel siga en las aulas.

Cada vez más centros educativos comienzan a sustituir los libros físicos por digitales. Esto tiene ventajas evidentes porque aligera el peso de la mochila, hay herramientas interactivas, permite nuevos recursos didácticos.... Pero comprar una tablet o un portátil supone un gran desembolso. “El año pasado hubo que hacer una inversión potente, cerca de 1.000 euros, para todo el ciclo de Secundaria, aunque te dan la oportunidad de pagarlo a lo largo de los cuatro años. El centro compra el iPad y tú vas pagando mensualmente una cuota. Está bien pensado y creo que es mejor que cuando usaban libros”. Así opina Edu, aita de Jone, que cursará 2º de la ESO en Zornotza.

Para favorecer la transición digital en las aulas, el Gobierno vasco puso en marcha el curso pasado el programa de apoyo de materiales didácticos y recursos de desarrollo curricular, que regula la financiación de los materiales que elija cada colegio público. Este curso el Departamento aportará a los centros 36 euros por estudiante en Primaria y 109 euros en ESO. Además, ayudará a las familias con becas con una subvención adicional de 27 euros en Primaria y 45 euros en ESO.

Desde la Federación de Padres y Madres de la Escuela Pública Vasca (Ehige) valoran de forma “positiva” que el Departamento de Educación haya mantenido el criterio de universalidad que “hemos defendido en todo momento”. No obstante, critican que el programa no contemple la adquisición de los dispositivos, indispensables para la utilización de los recursos digitales. “Entendemos que los dispositivos se deben adquirir con criterio universal”, afirman las familias.