Donostia - La conmoción invadió ayer Azpeitia al conocerse que un vecino de la localidad había muerto a medio día tras ser embestido por un toro escapado de un caserío del municipio. Los hechos ocurrieron sobre las 11.45 horas cuando, por causas que se desconocen y que están siendo investigadas, la res escapó del cercado de uno de los caseríos del barrio de Oñatz, saliendo a la vía rural que recorre la zona. La mala fortuna supuso que el animal bravo se encontrara con su víctima, un vecino de 68 años que vivía en el cercano caserío de Endizpe Berri, a quien embistió de forma violenta.

Los equipos sanitarios que se desplazaron al lugar poco pudieron hacer para salvar la vida del hombre ya que había sufrido heridas muy graves. Según las primeras apreciaciones, parece que el varón falleció a consecuencia de las fuertes heridas que sufrió en la cabeza, aunque será la autopsia la que confirme este aspecto.

Tras este lamentable hecho los esfuerzos se centraron en localizar al animal que seguía en libertad. La Ertzaintza informó a los vecinos de la zona de la situación y les instó a que no abandonaran sus viviendas mientras que se formaba un grupo de búsqueda integrado por agentes de la Policía vasca como de la Local, que no dio sus frutos hasta más de dos horas después. De hecho, según confirmaron a este periódico fuentes del Departamento de Seguridad, pese a que el animal no estaba lejos de donde se había producido la embestida, las tareas para su localización se complicaron debido a lo diseminado de la zona.

El barrio de Oñatz es un área rural que, sin embargo, suele estar muy transitada los fines de semana, ya que es habitual que los vecinos de Azpeitia y alrededores utilicen su rede caminos y vías para dar paseos o andar en bicicleta. Por ejemplo, es un lugar de paso habitual para los excursionistas que suben a los montes Izazpi y Samiño.

Durante la persecución, la res provocó momentos de gran tensión, arremetiendo contra varios vehículos que se encontraban en la zona y llegando a golpear a varios policías. Según pudo saber este periódico, un agente sufrió algunas heridas leves, mientras que otro policía local salió peor parado, al tener que ser trasladado al hospital de Zumarraga por traumatismos diversos.

Finalmente, pasadas las dos de la tarde, la Ertzaintza abatía con varios disparos al animal, que quedó custodiado por su propietario, el cual se encargó también de retirar el cuerpo. El cadáver del hombre fallecido fue levantado a las 14.45 horas y trasladado al Instituto Anatómico Forense de Donostia, donde le será practicada la autopsia. La Policía vasca ha abierto un atestado para determinar el modo en que pudo huir el animal.

Hechos similares en Orio No es la primera vez que un suceso de estas características tiene lugar en Gipuzkoa, si bien es cierto que hay que remontarse tres años atrás. En concreto, fue el 29 de agosto de 2016 cuando el arrantzale retirado Eusebio Escudero, vecino de Orio, fallecía también al ser embestido por un toro en el monte Kukuarri de la localidad costera. La res, que tenía los cuernos recortados, había logrado escapar del cercano caserío Itxaspe.

Otro excursionista que se encontraba en el lugar fue quien dio la voz de alarma, después de encontrarse el cuerpo de Escudero tendido en el suelo. Al acercarse, se topó con el animal, que también intentó embestirlo, aunque afortunadamente pudo zafarse y llamar a SOS Deiak.

Dos baserritarras del cercano caserío Andu consiguieron dominar al animal y amarrarlo, mientras llegaban los servicios de emergencias. También en esta ocasión, la res fue abatida por agentes de la Ertzaintza.

Además, en octubre de ese mismo año, también hubo otro caso idéntico aunque esta vez sin víctimas mortales. Fue un hombre de 52 años el que resultó herido al ser embestido por otro toro en el alto de Beloki, en Zumarraga. El herido pudo alertar por sí mismo de su situación.