Gasteiz - El Gobierno vasco aprobó ayer un proyecto de ley que busca garantizar la igualdad de culto para todas las religiones, proteger la convivencia y diversidad de confesiones y evitar cualquier tipo de discriminación o restricción arbitraria en la apertura de los centros religiosos. El Consejo de Gobierno dio luz verde al proyecto de Ley de Lugares, Centros de Culto y Diversidad Religiosa de Euskadi, que en los próximos días se remitirá al Parlamento Vasco para su tramitación. El secretario general de Derechos Humanos, Convivencia y Cooperación, Jonan Fernández, explicó que el contenido de este proyecto de ley, cuyo objetivo es proteger la convivencia y diversidad religiosa y fijar mecanismos de diálogo para garantizar la libertad religiosa en cuanto a la apertura y usos de los centros de culto.

Incide en el derecho de las personas y de las diferentes iglesias y confesiones a disponer de lugares destinados al ejercicio de la libertad religiosa y de culto en condiciones de igualdad y prohíbe a los ayuntamientos que actúen con criterios que puedan generar situaciones de discriminación.

Así, en la propuesta se especifica que los planes municipales que establecen la ordenación urbanística que se aprueben en el futuro deberán contemplar, en función de la disponibilidad de suelo existente, reservas para equipamientos colectivos privados de carácter religioso de acuerdo con las necesidades detectadas. Y añade que los ayuntamientos no podrán actuar con criterios que puedan producir una discriminación o una restricción arbitraria en el ejercicio del derecho de libertad religiosa y de culto. Se entenderá por discriminación cuando una iglesia o confesión reciba en algún aspecto relacionado con la apertura y funcionamiento de espacios de culto un trato diferente del recibido por otra en una situación análoga. También cuando un plan de ordenamiento urbanístico o licencia ocasionen una desventaja a una iglesia respecto a otras en el derecho a disponer de un espacio de culto.

Normativa En otro apartado del proyecto se detalla que estos centros deberán garantizar la seguridad de los usuarios y la higiene de las instalaciones y evitar molestias a terceras personas. Un reglamento regulará las condiciones de accesibilidad, protección acústica y aforo. En el supuesto de que no se cumplan las condiciones de apertura los ayuntamientos requerirán la subsanación de las carencias en un plazo determinado y si no se atienden podrá proceder al cierre, clausura o precinto de los centros. Asimismo se creará el Consejo Interreligioso Vasco como órgano de diálogo y colaboración de las instituciones con las diferentes confesiones y comunidades religiosas. - Efe