madrid/barcelona - La profesora y monitora catalana Teresa Cardona falleció este sábado y otras diez jóvenes también españolas resultaron heridas en un accidente de autobús registrado en Costa de Marfil, país al que habían viajado este mismo viernes para participar en un campo de trabajo dedicado a rehabilitar una escuela y ayudar a los niños de la zona. Este era el segundo año en que un grupo de estudiantes ayudaba al mismo colegio marfileño. El siniestro se registró sobre las 20.00 horas (hora española, las 18.00 horas en Costa de Marfil) cuando volcó uno de los dos minibuses en los que parte del grupo de treinta voluntarias se desplazan desde Abiyán, al Sur del país, hasta la capital Yamoussoukro.

En el autobús accidentado viajaban unas trece personas. El otro vehículo paró la marcha al tener conciencia del siniestro y sus ocupantes son los que dieron los correspondientes avisos. La fallecida, de unos 40 años de edad, era subdirectora del colegio Canigó de Barcelona, al que estaba vinculada desde hacía “muchos años”, según indicaron a Europa Press en fuentes del centro, que destacaron el “fuerte perfil educativo” de la mujer.

Asimismo, la víctima estaba implicada también desde hace años en actividades del Colegio Mayor Bonaigua. A estos colegios pertenecían las heridas.

Estas jóvenes, de entre 16 y 20 años de edad, presentarían heridas de “escasa consideración” según indicaron fuentes del Opus Dei, al que estaba vinculado el Colegio Mayor. A última hora de la tarde del domingo, ocho de ellas ya había recibido el alta y las otras dos, con fracturas, estaban pendientes de traslado.

El Ministerio de Asuntos Exteriores informó de que las heridas fueron atendidas en un centro médico de la zona al que la Embajada española en Costa de Marfil trasladó personal para asistirlas y gestionar su traslado.

El cuerpo diplomático está prestando apoyo a la familia de las víctimas y los centros escolares, para gestionar su repatriación. De hecho, en la mañana de ayer partieron hacia Costa de Marfil tanto familiares de la fallecida como miembros del colegio Canigó y el centro Bonaigua. El grupo de jóvenes había mantenido un último contacto con el colegio apenas unas dos horas antes del siniestro, según el centro.

El suceso causó ayer gran conmoción. El ministro de Exteriores en funciones, Josep Borrell, aseguró estar siguiendo “atentamente” la situación tras el accidente, además de “lamentar” el siniestro. El presidente de la Generalitat, Quim Torra, afirmó que el Govern trabaja “para dar todo el apoyo” a los afectados en el accidente y su retorno. - E. P.