Bilbao - Mar Mendibe, neuróloga del Hospital de Cruces, considera imprescindible la investigación y augura un “futuro esperanzador” para la esclerosis múltiple. “Probablemente en los próximos cinco años tengamos unos fármacos que nos ayuden”, cuenta esperanzada.

¿Qué es la esclerosis múltiple?

-Una enfermedad neurológica crónica que afecta, sobre todo, a pacientes jóvenes, de entre 20 y 40 años, y más a mujeres que a hombres. Además, hay varios tipos de esclerosis, la más frecuente es la que se da en brotes, pero hay un 10% que desde el principio es progresiva. Es variable y por eso se llama la enfermedad de las mil caras.

¿Cuáles son sus síntomas?

-Es muy habitual que empiecen por síntomas visuales; que vean doble o que no vean bien por un ojo. A veces también afecta a la sensibilidad en los brazos o en las piernas con una sensación de anestesia u hormigueo, que causan problemas, por ejemplo, para caminar.

¿Hay factores de riesgo que avivan la enfermedad?

-Probablemente haya una especie de puzle que altere el sistema inmunológico. Se está estudiando, por ejemplo, la vitamina D, algunos virus o infecciones que ha habido en la infancia, el tabaquismo o el estilo de vida. Todo ello, unido a algunas características genéticas aunque la enfermedad no sea hereditaria, puede alterar el sistema inmunológico y que se desencadene la enfermedad.

¿Cómo ha evolucionado la investigación de la enfermedad?

-Ha sido una gran revolución. La esclerosis múltiple es una de las enfermedades neurológicas que más ha avanzado en los últimos veinte años. Pero eso no quiere decir que nos sintamos satisfechos porque sabemos que tenemos que avanzar muchísimo más. En Bizkaia, por ejemplo, hace treinta años se fundó en el Hospital de Cruces la primera consulta específica de esclerosis múltiple. A partir de ahí comenzamos a investigar en fármacos y en las causas que producían la enfermedades. En los últimos veinte años hemos cambiado el pronóstico de la enfermedad. Antes la imagen que asociabas a la esclerosis múltiple era la de la silla de ruedas. Siempre hay casos terribles y que todavía son un reto para la investigación, pero ya no se asocia a una silla de ruedas.

¿Hay alguna forma de prevenirla?

-La forma de prevenir estas enfermedades es investigando cada vez más todos los tipos de esclerosis múltiple. Nosotros podemos mejorar el estilo de vida de los pacientes. Por ejemplo, desde hace unos años hemos visto que el tabaquismo es perjudicial para estos pacientes. En cambio, el ejercicio físico es fundamental en la medida de las posibilidades de cada uno de los pacientes. También una alimentación mediterránea y una actitud positiva ejercitándonos es muy importante.

¿La sociedad está concienciada?

-Sí, y ha habido un gran avance. Estamos en una sociedad que se involucra mucho, pero necesitamos mucha más inversión en investigación. La sociedad, sobre todo en el País Vasco, colabora mucho con este grupo de pacientes. Tenemos que pensar que hay un paciente por cada mil personas, lo que son 50.000 casos en todo el Estado. Y son pacientes jóvenes, que tienen toda una vida por delante y siempre tenemos que aprovechar para invertir en investigación.

¿Qué expectativas de futuro hay?

-Creo que el futuro es esperanzador. Probablemente en los próximos cinco años vamos a tener varios fármacos más que ayuden. Todavía es un reto controlar las formas progresivas de esta enfermedad, pero empezamos a controlarlas y eso es positivo.