Madrid - El presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el cardenal Ricardo Blázquez, reconoció ayer que no encargarán una investigación sobre los casos de abusos sexuales cometidos por sacerdotes en la Iglesia española en el pasado. “La Conferencia Episcopal Española no tiene autoridad sobre las diócesis para hacer este tipo de estudio. Que cada diócesis haga lo que crea oportuno”, declaró Blázquez al ser preguntado por si van a encargar un estudio histórico.

Blázquez, que dio cuenta ante los obispos del contenido de la cumbre antipederastia celebrada la pasada semana en el Vaticano, en la que participó, tampoco adelantó medidas concretas que vayan a adoptar frente a los abusos, sino que indicó que esperarán a las normas que dicte el Papa en las próximas semanas. “Estamos abiertos a lo que se nos vaya pidiendo para erradicar esta cuestión tan grave”, subrayó, al tiempo que apuntó que los obispos del mundo pidieron al Papa que estas normas sean las mismas para todos.

Preguntado por si van a colaborar con la Fiscalía, Blázquez aseguró que las diócesis y la CEE están “dispuestos a colaborar”, pero matizó que su colaboración es “directamente con los tribunales”. Según señaló, son los jueces los que pueden “recibir y estudiar las denuncias y dictar la sentencia”. En este sentido, también pidió que se distinga “entre una denuncia, el estudio detenido de la misma y la sentencia” y no aparezca una persona “como condenada en el momento en que haya una denuncia”.

El cardenal definió el encuentro con el resto de presidentes de las conferencias episcopales del mundo en el Vaticano como “un trabajo muy intenso e interesante” y agradeció la posibilidad que tuvieron de escuchar a víctimas de abusos con testimonios “estremecedores”.

“Sí a las víctimas” “Es un sí inequívoco a las víctimas, un sí a sus familias y a la colaboración con las autoridades del Estado. Esto ha sido muy claro siempre. Y diría como el envés de la cuestión, un no a los abusadores, un no a los encubrimientos, un no al silencio cómplice y un no al tratamiento inadecuado por las autoridades de la Iglesia de esta cuestión”, subrayó Blázquez.

En esta línea, aseguró haber recibido “a bastantes víctimas”, “ya desde hace tiempo”, y reconoció que algunas de ellas se encontraban “profundamente irritadas”.

Si bien, algunas víctimas más mediáticas, como las que forman parte de la asociación Infancia Robada, denunciaron recientemente que no habían sido recibidos. En este sentido, Blázquez ofreció su disposición a reunirse con ellos. “Si quieren hablar conmigo, no tengo ningún problema para recibir a uno representativo del grupo”, afirmó.

Expulsar a los abusadores Sobre si los obispos van a adoptar como medida expulsar a los curas abusadores del sacerdocio, Blázquez insistió en que se atendrán a las normas que lleguen desde el Vaticano aunque afirmó que no van a “repetir en absoluto” el procedimiento de trasladar a un pederasta de una parroquia a otra o de pagar a la víctima. “El problema de un pederasta, de un pedófilo, no se cura con un traslado, tampoco se cura solo económicamente”, precisó.

Asimismo, Blázquez rechazó que exista una relación causal entre el celibato y la pederastia en la Iglesia. En este sentido, citó algunos estudios psicológicos, psiquiátricos y antropológicos a los que tuvieron acceso durante la Cumbre del Vaticano que “no relacionan de forma directa el celibato con la pedofilia”. - E. P.