Bilbao - En el caso del alumnado de otras nacionalidades [alrededor de 600] que cursa estudios en Deusto, se ha duplicado la tasa de los que se sienten atraídos por la Lengua y Cultura Vasca, transversal a todos los grados, parte de cuyo contenido es impartido en euskera. El primer semestre del año pasado se cerró con 64 y el primero de este curso fueron 82.

¿Era necesaria esta adaptación?

-Sí. Somos conscientes de que en un mundo con una movilidad laboral cada vez mayor, la diversidad lingüística es una competencia demandada por las organizaciones donde nuestros estudiantes acaban trabajando.

¿Hay competencia trilingüe?

-Tradicionalmente, la formación universitaria se ha centrado más en la temática que en la lengua, en la cultura o en la convivencia lingüística... Lo que queremos es que nuestros estudiantes no solo se formen en contenidos y competencias sino en la diversidad lingüística.

Formar a jóvenes sin fronteras...

-Eso es, dotarles de una competencia única y singular independientemente de lo que hayan estudiado. La lengua es un instrumento cultural y de convivencia para desenvolverse en cualquier sociedad.

Y de paso, el euskera se posiciona en el mundo académico?

-Exactamente. Es proyectarnos al mundo sin perder lo que somos en origen. Por eso a todo el que viene le aportamos nuestra lengua y cultura.

Capacitar y certificar. La universidad lo entiende como un valor añadido. ¿El nuevo alumnado también lo verá así o como una traba?

-Por eso no hay requisito de entrada. Y por eso lo de diseñar tu propia trayectoria. Las universidades siempre ponemos requisitos de entrada y somos poco flexibles en el camino. Y eso hace que se puedan perder estudiantes y, lo que es más importante, que podamos perder parte de lo que podemos aportar a la sociedad: la convivencia lingüística.

¿Por ejemplo, podría hacer el primer semestre de Psicología en bilingüe y el segundo en trilingüe?

-Tal cual. Las decisiones las voy tomando durante el camino.

¿La Universidad espera una buena respuesta?

-Sin duda. Cuando entras a un Linkedin o a un Infojobs la gente se presenta así: grado bilingüe en ADE... La sociedad lo está demandando.

‘Jubilar’ la clase magistral y poner los pies en la calle...

-Sí. Esto forma parte de un proyecto más grande: la internacionalización de la Universidad de Deusto. Hemos empezado por la armonización lingüística, que las lenguas convivan. Si esto sigue creciendo, como es lo que esperamos, hará que la Universidad de Deusto tenga que cambiar sus decisiones sobre cómo se sacan los grupos...

Y también ayudará a que los estudiantes sean más críticos con ellos mismos y se requieran un esfuerzo mayor?

-Se da la paradoja de que tenemos gente estudiando el grado que sea y a la vez inglés. De alguna forma, la realidad está disociada cuando es una: mientras estudio, aprendo también la lengua. No es incompatible. Podrá suponerme un esfuerzo mayor, pero el fruto es realmente bueno.

Como la formación dual, pero llevado a la rama lingüística?

-Efectivamente. Es incorporar la dimensión lingüística al estudio. Nuestra apuesta trilingüe es muy singular dentro del Estado. Ni siquiera en Cataluña hay algo así. Si Euskadi quiere tener un papel en el mundo debe tener un enfoque trilingüe.