Bilbao - El Gobierno vasco pretende poner el parche antes de la herida para curarse en salud y evitar que el conflicto del taxi desatado en otras ciudades estatales pueda llegar a tierras vascas. Con la supurante llaga de la huelga indefinida protagonizada por los taxistas de Madrid como telón de fondo, hoy volverá a reunirse la llamada Mesa del Taxi en Lakua con el objetivo de avanzar en la normativa que regule la convivencia armoniosa del taxi y de los VTC. Si en algo están de acuerdo ambos colectivos, que hasta el momento han mantenido una relación cordial, es en que no quieren que plataformas como Uber y Cabify, que operan a través de licencias VTC, recalen en Euskadi. Por ello, urgen a las administraciones a que tramiten una regulación restrictiva que impida la llegada de estas empresas multinacionales que funcionan a través de una aplicación móvil.
“La regulación de los VTC será el punto más controvertido del orden del día”, afirma Borja Musons, presidente de la Federación Vasca del Taxi, que estará presente en la mesa a la que acudirán responsables del Ejecutivo vasco, diputaciones, ayuntamientos, representantes del taxi y de los VTC. Según concreta, ya han establecido contactos con portavoces de empresas de arrendamiento de vehículos con conductor, quienes han mostrado su compromiso en trabajar por la pervivencia del taxi: “Quieren dar una solución y que todos podamos seguir trabajando”, afirma Musons. “El problema viene con Uber y estas plataformas”, expone el presidente de la federación sobre estas aplicaciones que eliminan la línea que separa la actividad de los taxis, que ofrecen un servicio inmediato, y los VTC, que proponen un servicio pactado y con un precio acordado.
Por su parte, fuentes de Uber aseguraron ayer que “de momento” no tienen “ninguna novedad ni anuncio concreto” que realizar, por lo que se desconocen las intenciones de esta multinacional que en octubre se reunió con el responsable de Movilidad del Ayuntamiento de Bilbao, Alfonso Gil, para transmitirle su intención de recalar en la capital vizcaina. Aunque el Consistorio cerró la puerta a que pudiera implantarse en el servicio urbano, quedó abierta la posibilidad de que realicen servicios complementarios siempre que el marco legal se lo permita.
En ese sentido, será decisivo lo que ocurra con las licencias de VTC pendientes de tramitar por las diputaciones después de que una sentencia del Tribunal Supremo les esté obligando a aceptar las que se denegaron entre 2013 y 2015 -antes de que la normativa fuera modificada-. Entre Bizkaia y Araba suman actualmente 215 licencias en trámite, mientras que hay 49 pendientes de sentencia. Aunque la legislación vigente estipula que el ratio es de un VTC por cada 30 taxis, según el último censo, actualmente existen 2.137 taxis y 97 VTC en Euskadi, por lo que aún existe margen de actuación, ya que el ratio está en un VTC por cada 22 taxis.
En cualquier caso, será la normativa del Gobierno vasco, que podrá regular entre otras cuestiones las condiciones de precontratación o la captación de clientes de los VTC, la que pueda cerrar definitivamente las puertas a la implantación de las polémicas plataformas.