Bilbao - Según las estadísticas de la Dirección General de Tráfico (DGT), las principales causas de accidentes de los autobuses escolares son la velocidad inadecuada y las distracciones. Por eso, Mikel Garrido (Bilbao, 1971), presidente de la Asociación Nacional de Seguridad Infantil, aboga por la prevención. “Es la única vacuna eficaz para evitar accidentes infantiles. Lo que pasa es que es algo invisible, cuando funciona no se habla de ello”, reconoce. Intrépido emprendedor, ha patentado el único sistema de retención infantil para autobuses homologado en Europa, que puede arrojar algo de luz al complejo panorama existente en torno al transporte escolar de los niños de 2 años en la escuela pública vasca.
En las últimas semanas se ha generado un debate sobre el transporte escolar de niños de 2 años y la posible prohibición de su traslado a los centros públicos.
-En primer lugar, la ley es clara: los menores de 3 años no existen en el mundo del autobús. Un menor de 2 años sin su sistema de retención adecuado está expuesto a todos los peligros que pueden existir en la carretera. Es como una bala. Un choque, un vuelco o un frenazo, le hacen salir despedido sí o sí. Además, es difícil que vayan siempre correctamente sentados durante el trayecto, irán hablando, subidos al asiento, etc.
Entonces, ¿comprende la decisión de prohibir su traslado?
-Entiendo a los padres y madres por el tema de la conciliación laboral. Pero, por otra parte, me parece una exposición a potenciales peligros muy grande. Tanto de los niños de 2 años, como los de 4. Aunque, lógicamente, cuanto más pequeño más dramático. Por eso me pareció acertada y valiente la postura del Gobierno vasco porque su misión debe ser la protección de los menores. No obstante, entiendo la presión social por parte de las familias.
En caso de accidente, ¿de quién sería la responsabilidad?
-Si el autobús no lleva sistemas de retención, de los padres; pero si los lleva, sería de la compañía de autobuses y del chófer.
¿Qué solución ve factible?
-Hay que abordarlo de una manera global porque existen potenciales alternativas, pero son más caras.
¿Debe cambiarse la ley?
-Totalmente, y cuanto antes, mejor. El pasado febrero se presentó en el Congreso de los Diputados un proyecto no de ley para que sea obligatorio, al igual que en el automóvil, el uso de sistemas de retención infantil en autobuses. Todo va encaminado a que en breve sea así.
¿Qué otros escenarios vislumbra?
-Se podría estudiar la adopción de los sistemas de transporte escolar norteamericano y canadiense, cuyos vehículos son únicos para este servicio. Hay otras opciones, como los minibuses, que llevan todos cinturones de tres puntos que permite la instalación de un sistema de retención acorde a la edad del menor. Entonces, ¿se podrían dedicar los minibuses a los menores de 2 años y el resto a los mayores? El problema es que se duplicarían rutas. Aumenta la seguridad, pero duplica los costes.
Ha patentado un sistema de retención infantil pionero en Europa que ha recibido numerosos premios y reconocimientos.
-Hablé con las compañías de autobús y me fijaron unos parámetros: tenía que ser un producto pequeño, ligero y fácil de instalar. Por eso ideé un sistema de arneses que se fijan a la parte trasera del respaldo y que lleva cinco puntos de sujeción. Garantiza la forma más segura de viajar. A la hora de darme la homologación me dijeron: “A nosotros nos van a mirar con lupa y a ti te vamos a mirar con microscopio”.
¿Para qué edad está diseñado?
-Está homologado para un Grupo 2, -de quince a 25 kilos-, pero depende de la morfología del menor. Más o menos, estamos hablando de niños de 2 años y medio a 7.
¿Para los de 2 años no sirve?
-A la hora de homologar la patente, quise incluir a los del Grupo 1, -de nueve a quince kilos-, es decir, de año y medio a dos años y medio. Pasó las pruebas perfectamente. Lo que ocurre es que no me dieron la homologación porque la ley actual no contempla a los menores de tres años. Ahora acabo de presentar en Colonia un prototipo de silla que engloba a niños de hasta 12 años.
¿El año que viene los escolares vascos irán más seguros?
-La demanda que tengo es de toda Europa. Hasta la fecha he vendido 8.000 sillas, muchas de ellas a centros vascos, y estoy buscando financiación para fabricar otras 7.000. El Gobierno vasco se ha interesado por la disponibilidad del producto.