Síguenos en redes sociales:

“Es un privilegio poder trabajar en Bilbao, una ciudad con ambición”

El cónsul general de Francia recibe a DEIA y habla sobre su posición como diplomático mientras se prepara para celebrar el Día de Francia

“Es un privilegio poder trabajar en Bilbao, una ciudad con ambición”Jose Mari Martínez

BILBAO - Treinta años de carrera diplomática habiendo trabajado en Washington, Nueva York, en la OTAN y en Naciones Unidas. Fue cónsul general en Argelia y ahora, desde hace dos años, Sameh Safty representa al país galo en Bilbao. Asegura que siente “admiración por el modelo social bilbaino” y solamente tiene palabras de halago y agradecimiento para la villa, donde asegura que se siente “como en casa”.

Hace dos años que llegó a la villa para representar a Francia, ¿había visitado Bilbao antes de aterrizar como cónsul?

-Siendo sincero nunca antes había visitado Bilbao, pero sabía de ella. El País Vasco es muy conocido en Francia, por todo lo que nos une. No solamente compartimos fronteras, sino que hay muchos vascos viviendo aquí y hay muchos franceses estudiando y hablando euskera. Es más, el primer libro conocido de la literatura escrita en euskera lo escribió Bernart Etxepare, natural de Duzunaritze-Sarasketa. Siento una gran admiración por Bilbao y es un privilegio para mí poder ejercer mi trabajo en esta ciudad.

Ustedes se adelantan y celebrarán hoy viernes el Día de Francia en Bilbao. ¿Cómo han sido los preparativos?

-Es mucho trabajo pero lo cogemos con mucho entusiasmo y ganas. Además, no celebramos solamente nuestro día, sino que celebramos también la amistad entre Francia y el País Vasco en particular y la relación que une a mi país con seis comunidades de la península en general. Es un placer celebrar de esta manera tantas cosas que nos unen y nos hacen felices.

Sin embargo, también hay varias diferencias entre la cultura francesa y la vasca. Usted ha vivido esas diferencias de primera mano, ¿cuál considera que es la mayor diferencia cultural?

-Es difícil de comparar ya que en Francia hay una gran diversidad entre las diferentes regiones. Sin embargo, apuntaría que adaptarme a las comidas ha sido una de las cosas que más me ha costado. Los horarios son muy diferentes, me gusta cenar a las siete, pero aquí es imposible. Otra de las cosas en las que he notado diferencia es en la cultura de grupo, algo que en Francia no hay, allí no existen las cuadrillas.

¿Qué es lo que más le gusta de la villa?

-Siento admiración por el modelo social bilbaino, es impresionante que todo el mundo esté integrado. Siendo sincero, es increíble ver cómo tanto adultos como jóvenes, ancianos e incluso bebés tienen espacios adaptados. Y tampoco se olvida la villa de los discapacitados. Hay infraestructuras para todos, tanto en la calle como en el transporte público. Bilbao tiene una visión muy humana.

Si tuviera que elegir un sitio favorito de la ciudad, ¿cuál sería?

-Creo que no podría elegir un sitio favorito, depende de mi estado de ánimo. Esto significa que la ciudad responde a la diversidad de estados de ánimo que hay en el ser humano. Cuando estoy relajado me encanta pasear al lado de la ría. El Casco Viejo me encanta visitarlo cuando quiero sentirme animado, porque pasear por sus calles es como viajar. La Plaza Nueva también me encanta con su gran variedad de pintxos.

Ha tenido una larga e intensa carrera diplomática antes de llegar a ser cónsul general francés en Bilbao. ¿Cómo acogió este puesto?

-Trabajar como cónsul en la capital vizcaina es una oportunidad maravillosa que me ha dado mi país, aunque a su vez es un desafío ya que este no es un consulado al uso. Desde esta posición represento al embajador, al presidente de la República y a mi país en el norte del Estado. Además de mi función de representación, también desarrollo labores de información y promoción de la cultura francesa y su lengua.

¿Qué es lo que más le apasiona de su trabajo como cónsul en Bilbao?

-Poder viajar por las seis regiones que cubro es maravilloso. Esto me da la oportunidad de conocer a gente de Galicia, La Rioja, Navarra, Cantabria, Asturias y el País Vasco. Estoy aprendiendo mucho en estos viajes y gratamente sorprendido con la amabilidad de la gente. Aquí me siento como en casa.

En Bizkaia cada vez hay más colegios franceses, entre ellos la recientemente inaugurada escuela infantil en Zamudio, ¿qué cree que supone esto en la relación de ambos países?

-Significa que cada vez estamos más unidos ya que estas escuelas no son solamente para alumnos franceses, sino que son para todos. El francés es el segundo idioma más estudiado en el Estado español que, por su parte, también acoge la red escolar francesa más importante en Europa. Francia es también el segundo destino para estudiantes y viceversa, y eso es fantástico.

El año que viene Bilbao acogerá el Tour de Francia, ¿qué le parece?

-Bajo mi opinión personal, es algo legítimo para Bilbao. Ha sido elegida la mejor ciudad europea de 2018, Bilbao es una ciudad que tiene mucha ambición.