santurtzi - Sin duda la jornada de ayer era idónea para mostrar el potencial y la capacidad de organización de Bihotz Gaztea Ikastola , pero también para homenajear a las 18 familias que hace 31 años no cejaron en su empeño para que la ikastola sumase la educación Primaria a su oferta educativa. La Casa Torre santurtziarra fue el lugar en el que se rindió a estas familias un sentido y emotivo reconocimiento. “Estamos sorprendidos y agradecidos por este reconocimiento. Hace 31 años apostamos porque nuestros hijos pudiesen estudiar en una ikastola más allá de educación Infantil sin tener que salir de Santurtzi. Queríamos que nuestros hijos jugasen y creciesen en euskera, usando la lengua de su pueblo en el día a día y por este motivo hicimos ese esfuerzo”, explicó Alfredo Urrutia en representación de las familias que impulsaron este proyecto colectivo.
Ninguno de esos aitas y amas hablaba euskera pero ello no supuso obstáculo alguno para que Bihotz Gaztea siguiese creciendo. Según comentaron, estos pioneros suplieron con empeño e ilusión las carencias de recursos del proyecto en sus inicios. “Dábamos clase en unas lonjas, pero con ilusión y trabajo superamos todos los obstáculos. Es de justicia reconocer el papel de Koldo Niembro, que era mucho más que un director”, apuntó Urrutia. Una de las primeras alumnas de Primaria de Bihotz Gaztea fue Begoña Piedra. “Estamos agradecidísimos al esfuerzo y la dedicación de estas familias para que nosotros tuviésemos una educación en euskera. Sabemos que las circunstancias no fueron para nada fáciles, pero son una parte importantísima de que al euskera se le de, cada vez, una mayor importancia en nuestra sociedad”, indicó Piedra.
Y es que sin la aportación de aquellas familias, actividades como el Ibilaldia de ayer serían difícilmente imaginables para Bihotz Gaztea. “El reconocimiento que les hemos hecho ha sido muy emotivo, para mi ha sido uno de los momentos más bonitos de este maravilloso día. Ha sido muy emotivo, pero lo que es, sobre todo, merecido”, indicó Estibaliz Lasala, lehendakari de Bihotz Gaztea Ikastola. Aquel esfuerzo de las 18 familias, ocho años más tarde tuvo un nuevo impulso con la celebración de Ibilaldia en 1995 en Santurtzi. El dinero recaudado permitió que Bihotz Gaztea pudiese mudarse a su edificio actual y, se espera, que el Ibilaldia de ayer suponga un nuevo estímulo.
Siguiente parada, Lekeitio Otros de los protagonistas del día fueron los integrantes de Azkue Lekeitioko Ikastola, quienes recogieron el testigo de Bihotz Gaztea. “Ha sido un momento muy especial y ya empezamos a sentir la responsabilidad de organizar el próximo Ibilaldia”, aseguró Ainara Ikaran, lehendakari de Azkue. Según las primeras intenciones de la ikastola, el itinerario de la cita tendrá cuatro gunes. Partiendo desde Azkue llegará a lugares emblemáticos como el puerto de Lekeitio y Santa Catalina. Con Ibilaldia 2019, la ikastola lekeitiarra pretende dar un paso más en su proyecto tal y como dice el lema de la cita, Hara-tzago. “Hace seis años iniciamos un proyecto de mejora de la ikastola tanto a nivel educativo como de instalaciones. Para hacerlo realidad pedimos un préstamo y, con la recaudación de Ibilaldia, pretendemos pagar parte de ese préstamo”, señalaron Marijo Artola y José de la Torre, directores de la ikastola lekeitiarra. - M. A. Pardo