Gasteiz - Martes, 7 de noviembre a las 16.50 horas en la calle Magdalena. Un ciclista circula por la calzada “en sentido contrario al establecido”. Avanza tranquilamente unos cuantos metros en su “bicicleta de montaña sin marca” por un tramo de “un único sentido para un solo carril” y un agente de la Policía Local de Gasteiz observa la escena. La situación, que habitualmente se saldaría con una advertencia por parte del guardia, da lugar a una situación hasta ahora muy infrecuente en la ciudad. El policía saca su libreta, impone la multa correspondiente y refleja que la cuantía a abonar es de nada menos que 500 euros.

La evidente desproporción resultante de la aplicación estricta de la ordenanza municipal de tráfico ha dado lugar a numerosos y acalorados intercambios de pareceres entre los policías municipales y los ciudadanos, que veían impotentes cómo sus vehículos estacionados eran sancionados sin piedad por rebasar ligeramente la línea que marca la entrada de un garaje o la franja que dicta el límite exterior de una plaza de aparcamiento.

También se ha dado el caso de motoristas a los que los agentes han dado el alto y han revisado sus cascos para comprobar que estaban correctamente homologados. De no ser así, han seguido su camino con una multa de 200 euros y 3 puntos menos en el saldo de sus carnés de conducir.