Bilbao - Lunes negro. La fatalidad se cebó ayer en las carreteras en el límite con Bizkaia y Araba que registraron dos graves accidentes, con dos víctimas mortales. El siniestro más espectacular se produjo en la A-8 que volvió ayer a convertirse en una ratonera para miles de conductores vizcainos. Los hechos sucedieron poco antes de las 14.00 horas cuando el conductor de un camión que bajaba el alto de Saltacaballo en dirección a Bilbao perdió el control de su vehículo. El camión transitaba por encima del viaducto que sobrevuela Ontón, la última localidad cántabra antes de entrar en Euskadi, y fue a chocar con virulencia contra las protecciones.
El impacto fue tal que la cabina del trailer quedó suspendida en el aire y provocó el incendio del vehículo. El conductor se vio atrapado en una gran bola de fuego y en una explosión que levantó llamas de más de veinte metros de altura, por lo que optó por huir de la cabina, cayendo al vacío y muriendo en el acto. El fallecido es un vecino de Gijón de 53 años de edad, que responde a las iniciales M. M. L., según informaron fuentes de la Delegación del Gobierno. A esa misma carretera, una vía secundaria que discurre por debajo del viaducto, cayó posteriormente la cabeza tractora del camión que se desprendió del remolque y acabó totalmente calcinada.
Miles de conductores, sobre todo vizcainos, se quedaron atrapados así en la muga entre Bizkaia y Cantabria en un corte que se prolongó por espacio de varias horas ya que el accidente y el posterior dispositivo de rescate y limpieza obligó a cortar el tráfico a la altura del punto kilométrico 141. Las retenciones llegaron a sumar más de 15 kilómetros y superar Oriñón. La Guardia Civil intentó aliviar la presión desviando el tráfico por la vieja carretera nacional pero la intensa circulación también saturó esa vía alternativa.
El día de ayer era una jornada completamente atípica y especialmente complicada para circular por la A-8. A la adversa climatología con niebla y llovizna, se unió una circulación inusualmente alta al tratarse de un día de operación retorno de los que volvían a casa después de las vacaciones de julio y del puente festivo, y Operación salida de los que inician sus vacaciones en agosto. Se dio además la circunstancia de que en Bizkaia era un día festivo por lo que había muchos más vehículos en carretera y en Cantabria era laborable, con lo que el tráfico de camiones era notable.
Hay que recordar que desde el año pasado, en ese tramo de la A-8 está prohibido circular a más de 80 kilómetros por hora debido a la alta siniestralidad. Señalar asimismo que este recorrido entre Bizkaia y Castro es el más antiguo del sector oriental de la A-8 y su compleja orografía hace que tenga curvas pronunciadas. Los doce kilómetros de autovía desde la muga de Bizkaia hasta la primera salida a Castro Urdiales son un punto negro. El propio jefe provincial de Tráfico, José Miguel Tolosa, llegó a admitir que se trata “del tramo más conflictivo de Cantabria sin ninguna duda”.
Hasta el lugar del accidente se movilizó a bomberos del parque de Laredo, bomberos municipales de Castro Urdiales, sanitarios del 061, agentes de la Guardia Civil, personal de mantenimiento de carreteras e incluso se prealertó a un helicóptero. Ante lo aparatoso del siniestro, el 112 de Bizkaia, que también recibió avisos del incidente, movilizó a bomberos de este territorio. Al lugar del siniestro acudió también personal de la DYA. A su llegada, los bomberos de Castro Urdiales trabajaron en la extinción del incendio de la cabina en la carretera secundaria en la que se encontraban los restos del camión, apoyados por bomberos vizcainos. Estos últimos se encargaron de la extinción también del contenedor de carga en la autovía. Los efectivos vascos fueron relevados en la A-8 por los efectivos del 112, que terminaron de sofocar las llamas del remolque.
En sentido contrario Por otro lado, la tragedia también hizo acto de presencia de madrugada en Trebiñu. Una mujer de 40 años, V. C .D. M., falleció y ocho personas resultaron heridas, entre ellas dos menores, en una colisión múltiple ocurrida a las cinco y media en la A-1, en sentido Burgos, al impactar un turismo que circulaba en sentido contrario contra otro vehículo.
El accidente se desencadenó cuando un turismo, un Opel Astra de matrícula española, que circulaba en sentido contrario por causas que aún se desconocen, colisionó frontalmente contra un Citroën C4. A continuación, un Audi de matrícula francesa chocó contra los dos vehículos involucrados.
La víctima mortal es de nacionalidad portuguesa, residente en España, que viajaba de copiloto en el Citroën C4 contra el que impactó el turismo que circulaba en sentido contrario. Junto a ella iban tres mujeres más, que resultaron heridas de diversa consideración.
Mientras en el Opel Astra causante del accidente viajaba solo la conductora, herida también, que dio negativo en las pruebas de alcohol y drogas, al tiempo que la conductora del Citroën C4 también dio negativo. Se desconocen las causas por las que la conductora se incorporó a la vía equivocada, así como el momento y los kilómetros durante los que permaneció invadiendo el carril contrario.
El tercer vehículo implicado iba ocupado por un matrimonio portugués en el momento del suceso, junto con sus dos hijos menores de edad, que fueron trasladados al hospital de Txagorritxu. Durante la tarde fueron dados de alta los tres trasladados a este centro; un bebé de 14 meses, un niño de 3 años y un hombre de 31 años, mientras permanecían ingresadas en Santiago con pronóstico reservado tres mujeres, dos en el servicio de Traumatología, de 30 y 49 años, y una, de 53 años, en la UCI, según informó Osakidetza.