donostia - Un hombre de 55 años, que vivía en la residencia Gisasola, de Zestoa, falleció en la tarde de ayer tras resultar envuelto en llamas cuando se encontraba fumando en el exterior del centro asistencial. El suceso se produjo pasadas las 18.00 horas, “dos minutos después” de que el hombre hubiese estado merendando con el resto de residentes. “Ha sido todo rapidísimo; en cinco minutos ya había pasado todo”, explicó una de las trabajadoras del centro.

El fallecido, con problemas de movilidad y usuario de silla de ruedas, era un “gran fumador”, según explicaron fuentes de la residencia, que se hallaban anoche conmocionadas por suceso, que se llevó la vida de uno de los treinta usuarios del centro privado, de tamaño reducido, lo que hace que todos los residentes se conozcan y mantengan una estrecha relación. El fallecido, según algunas fuentes, llevaba dos años residiendo en el lugar.

La rapidez con la que se declaró el incendio permitió que las personas que estaban en sus habitaciones casi no se enterasen de lo que estaba sucediendo en el momento. De hecho, fueron vecinos de Zestoa quienes alertaron al centro asistencia de que en el exterior había un fuego. Algunos, además, acudieron al lugar y se pusieron a ayudar a los trabajadores del centro, que hicieron lo que pudieron para sofocar el fuego, usando desde extintores hasta mantas para tratar de apagar las llamas. Aunque consiguieron atajar el fuego, cuando lo hicieron, el hombre había fallecido en el lugar.

“Los vecinos nos han ayudado muchísimo”, recalcaba una de las trabajadoras que se mostraba impactada al pensar que un cigarro pudiese estar en el origen del fuego que prendió en las ropas del hombre. “La Er-tzaintza trabaja con la hipótesis de que ha sido un accidente, no pensamos otra cosa, pero hasta que se haga la autopsia no se puede saber nada más”, explicó.

terraza El espacio en el que se produjo el triste siniestro es conocido como “la terraza” por los usuarios del centro aunque, en realidad, es un espacio exterior de la calle al que acuden también muchos vecinos de Zestoa a pasear o a descansar.

Aunque la mayor parte de las plazas del centro asistencial Gisasola son para personas mayores, el fallecido ocupaba una de las especialmente reservadas para personas con algún tipo de discapacidad. El cadáver del fallecido fue trasladado al Instituto Anatómico Forense para ser sometido a la preceptiva autopsia en estos casos. El trágico suceso provocó una honda tristeza entre los residentes, muchos de ellos ancianos.