SAN SEBASTIÁN. Según ha explicado Alberto Aldana, del Servicio de Pediatría de la Policlínica de Donostia, en un comunicado, los videojuegos pueden ayudar al desarrollo de la mente y algunos favorecen la actividad deductiva, la agudeza visual o los actos reflejos y estimulan la lógica.

Advierte, sin embargo, de que "cada vez es mayor el abuso que se hace de las pantallas digitales" y recomienda, de cara a las próximas fiestas navideñas se regalen productos que fomenten los juegos al aire libre y obliguen a los niños a moverse.

El principal riesgo de los videojuegos es su adicción, que puede conducir al sedentarismo y por lo tanto a la obesidad, subraya Aldana.

En este sentido, recuerda que los pequeños con obesidad son más propensos a desarrollar enfermedades durante la edad adulta, como la diabetes tipo 2, la apnea obstructiva del sueño, la hipertensión, el síndrome metabólico e incluso el cáncer.

Otro efecto preocupante que puede causar el abuso de los videojuegos es el relacionado con lo visual, ya que los menores de ocho años no tienen bien desarrollados los conductos oculares, por lo que les cuesta focalizar o fijar las imágenes.

"Si continuamente se les expone a las pantallas que se ven a una distancia mínima, pueden aparecer problemas tempranos de miopía, astigmatismo y otros errores refractivos", señala Aldana.

Asimismo el abuso de las pantallas puede provocar insomnio, que puede afectar al rendimiento escolar, y afectar a la habilidad emocional y las relaciones familiares.