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Maialen Ibarguren y Marco Marradi: "Usar antibióticos demasiado potentes es como matar moscas a cañonazos"

Los antibióticos son buenos porque curan infecciones, pero utilizarlos en exceso es un problema. Genera bacterias resistentes duras de pelar que pueden infectar a cualquiera

Maialen Ibarguren y Marco Marradi: "Usar antibióticos demasiado potentes es como matar moscas a cañonazos"

donostia - Hoy se celebra el Día Europeo para el uso prudente de los antibióticos y el centro tecnológico IK4-Cidetec y el Instituto de Investigación Sanitaria Biodonostia organizan una conferencia sobre el buen uso de los antibióticos. Maialen Ibarguren, médico del servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Donostia e investigadora de Biodonostia; y Marco Marradi, investigador senior en la Unidad de Biomateriales de Cidetec, arrojan algunas de las claves que explicarán hoy (19.00 h.) en la sede Keler de Donostia.

¿Qué es un uso “prudente” de los antibióticos?

-Maialen Ibarguren: Significa utilizar antibióticos solo cuando existe una infección bacteriana y hacerlo con el antibiótico adecuado, la dosis precisa y no alargar el tratamiento de forma innecesaria.

¿El mensaje va para médicos o para pacientes?

-M.I.: El mensaje va dirigido tanto a personal sanitario como a pacientes como por supuesto a instituciones. También es muy importante el mundo de la ganadería, donde el consumo de antibióticos es aún mayor que en seres humanos. Todo el mundo debe concienciarse sobre la importancia que tiene el buen uso y no abuso de los antibióticos para evitar que sigan aumentando las bacterias resistentes.

¿Cómo se sabe si estamos abusando? ¿Quién mide esto?

-M.I.: Existen medidas del consumo de antibióticos por país ajustado por número de habitantes. En general, los países escandinavos tienen un menor consumo de antibióticos, y paralelamente una menor proporción de bacterias resistentes que los países mediterráneos. Y el Estado español se encuentra en una posición intermedia, cercana a la media europea.

¿Se puede decir lo mismo de la CAV en relación al Estado?

-M.I.: Diferentes estudios cifran entre un 30-50% la proporción de prescripción de antibióticos que es mejorable. En ese sentido los pocos datos que hay de la CAPV arrojan cifras similares. Sí que es verdad que en cuestión de resistencia a antibióticos nuestra situación es algo mejor que la de otras comunidades como Madrid o Catalunya.

¿Qué es la resistencia antibiótica?

-M.I.: Se dice que una bacteria es resistente a un antibiótico cuando dicho antibiótico no tiene capacidad para destruirla. Algunas bacterias son resistentes por naturaleza a determinados antibióticos. Sin embargo, en otros casos se trata de una resistencia adquirida, fundamentalmente favorecida por la exposición a antibióticos. Las bacterias resistentes sobreviven al antibiótico y siguen multiplicándose, evitando la curación.

¿Hay gente más propensa a este tipo de infecciones?

-M.I.: Los pacientes más propensos a padecer infecciones por bacterias resistentes son aquellos que han recibido varios ciclos antibióticos y aquellos que han frecuentado centros hospitalarios o viven en residencias geriátricas.

¿La resistencia tiene que ver con la alimentación y/o hábitos de vida?

-M.I.: La resistencia a los antibióticos está fundamentalmente relacionada con el consumo individual y colectivo de antibióticos: un paciente puede no haber recibido ningún antibiótico pero adquirir en el hospital una infección por una bacteria multirresistente, cuya aparición la ha favorecido el consumo global de antibióticos en ese centro hospitalario. Por otra parte el consumo de antibióticos en ganadería es muy elevado y eso contribuye a que, tanto animales como vegetales sean portadores de bacterias resistentes que pueden transmitirse a los seres humanos.

¿Son demasiado genéricos los antibióticos? ¿Se reduciría la resistencia con soluciones específicas?

-M.I.: Efectivamente uno de los factores que más influyen en la aparición de bacterias resistentes es el uso de antibióticos demasiado potentes. Es decir, a menudo matamos moscas a cañonazos. El problema es que cuando uno inicia un tratamiento casi nunca sabe cuál es la bacteria causante de la infección; esta información puede tenerse a las 48-72 horas o puede que no se obtenga. Lo que es fundamental es ajustar el tratamiento en los casos en los que se conoce la bacteria.