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Los dermatólogos alertan del repunte de consultas en otoño por lesiones cutáneas

Constatan un llamativo incremento por el empeoramiento de algunas patologías y por los ‘excesos’ del sol en verano

Los dermatólogos alertan del repunte de consultas en otoño por lesiones cutáneas

Bilbao - Los dermatólogos detectan un aumento de las consultas en otoño y alertan de un incremento de las lesiones cutáneas pasada la época estival. “Las visitas al dermatólogo crecen en una cantidad llamativa porque a todos los rebrotes de las patologías que mejoran con el sol, como por ejemplo la psoriasis o la dermatitis atópica, se suman las otras dolencias causadas por los efectos de sol que pasa factura como por ejemplo los melasmas, es decir las manchas inducidas por los rayos solares”, explica Susana Gómez Muga que ve este fenómeno en sus dos vertientes, desde la sanidad pública y la privada. Desde el hospital de Basurto, donde atiende las patologías más severas, y desde el IMQ y la Políclina de Gipuzkoa, donde asiste cuestiones más estéticas.

Este pico en las consultas obedece “no sólo a que nos sentimos culpables por los excesos cometidos, sino porque en verano podemos haber descubierto alguna lesión en la piel que previamente no hubiéramos percibido por llevar más ropa”, añade el dermatólogo Luis Hueso. El repunte de afecciones viene provocado, por ejemplo, a que la incidencia de dermatitis atópica se ha incrementado entre un 200 y un 300% en las tres últimas décadas, según aseguran los expertos. Esta enfermedad crónica y no contagiosa, que causa picor e inflamación en la piel, tiene entre sus síntomas la piel seca, escamosa y con escozor. La dolencia afecta, generalmente, a la parte interna de los codos, detrás de las rodillas, piernas, brazos y la cara, pero también puede cubrir la mayor parte del cuerpo.

Según la Jefa del Servicio de Dermatología de Basurto, Rosa Izu, los brotes de psoriasis son otro clásico en estas fechas. “No en vano es una de las enfermedades cutáneas más frecuentes, representando una de cada cinco consultas dermatológicas”.

Para los expertos, lo que ocurre con el sol es que tiene una cara A y una cara B. “Hay que andar con mucho ojo -señalan-. Beneficia mucho en algunas enfermedades pero también tiene sus efectos dañinos. Hay patologías evidentes que nos las mejoran y otras que empeoran, fundamentalmente las referidas a cuestiones estéticas porque vienen los pacientes con más manchas, con una piel más apagada y menos luminosidad”. Para Gómez Muga, “después de todo el sol recibido durante el verano, hay un mayor fotoenvejecimiento. Al irse el bronceado, los pacientes se ven con manchas que no desaparecen”, concreta. “Lo de broncearse tiene hándicaps graves. Pudiera parecer que la gente está más concienciada de los efectos nocivos del sol pero siguen viéndose barbaridades incluso en la gente más joven”, asegura.

pecas peligrosas Marisa Tirado, desde su clínica, expone igualmente que “después del verano es el momento en que más se incrementa la preocupación por las manchas y por revisar las pecas potencialmente peligrosas”. “El caso de las manchas es por estética pero también hay muchas consultas cuyo motivo es principalmente el control y la prevención del cáncer de piel. Hay muchas personas preocupadas por el incremento de lunares y con temor de algún indicio que pueda ser síntoma de una patología severa”.

Por ello, los especialistas reclaman mayor concienciación sobre los riesgos del sol, ya que puede producir cáncer de piel, nevus o melanomas. “La mayoría de lesiones son benignas pero ante cualquier nueva mancha, peca o lunar hay que consultarlo con un experto”, explica Gómez Muga. Todos coinciden en que la detección precoz es básica, ya que se pueden detectar cambios muy sutiles en lunares o pecas que propician diagnosticar un posible tumor maligno en fases muy superficiales.