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Los viajes de estudios de los alumnos vascos de educación secundaria

La gran mayoría de los centros educativos vascos de enseñanza secundaria organizan viajes de estudios durante los meses de febrero, marzo y abril con el fin de premiar el esfuerzo y la dedicación de sus alumnos

Los viajes de estudios de los alumnos vascos de educación secundariaBerriotxoa

SE popularizaron a mediados del siglo XVII y así han continuado hasta la actualidad. Los viajes de fin de curso, también conocidos como viajes de estudios o viajes pedagógicos, son una tradición del mundo académico desde la época del Grand Tour: no hay centro educativo que se precie que no organice de una u otra manera alguna escapada para despejar la mente, premiar el esfuerzo y, dicho sea de paso, aprender y experimentar cosas nuevas de primera mano. Según Zuriñe Urrutia, asesora de una conocida agencia viajes, estos tienen lugar durante los meses de febrero, marzo y abril, principalmente cerca de la Semana Blanca y de presente la Semana Santa.

“Antes se iba más a Salou, pero ahora se ha cambiado por destinos como Roma o Ámsterdam”, indica Urrutia. Asimismo, señala que cuando se trata de viajes de la ESO, el número de alumnos oscila en torno a los cincuenta, mientras que a mayor nivel académico también es mayor la cantidad de estudiantes que se anima.

Celia y Ainara son dos alumnos de cuarto de la ESO del instituto Gabriel Aresti de Bilbao. Aunque por lo general en ese curso les toca ir a esquiar, en esta ocasión han decidido entre los más de sesenta alumnos que han tomado parte viajar a la localidad costera Coma-ruga, Catalunya. “¡Pero no nos hemos pasado todo el día en la playa!”, afirma Celia. Tarragona, Barcelona, Port Aventura y el delta del Ebro. Esos han sido sus destinos del 24 al 27 de mayo. Por ello, Ainara reivindica que se aprende más que en clase: “También vamos a museos y al estar a gusto nos cunde más”.

Aunque otros centros llevan a sus alumnos a ciudades como Roma, Londres o París, ni Ainara ni Celia sienten envidia para nada. “Al controlar un mismo idioma, los profesores tienen más confianza en nosotros y nos dan más libertad”.

Pero viajes de estudios no solo se organizan en la ESO. Sofía, Ohiane y Joseba, también de Gabriel Aresti aunque en primero de bachillerato, viajaron a Sevilla, Córdoba y Granada del 7 al 13 de febrero. “Es una buena oportunidad para salir con los amigos sin que tus padres te pongan muchas pegas, porque también aprendes”, asegura Sofía.

Los jóvenes sobre todo opinan que es una buena manera de sociabilizarse con sus compañeros. Joseba lo sabe de primera mano. Estudiante del Bekoa hasta el año pasado, ahora cursa en primero de bachillerato en Gabriel Aresti. “A mí me ha venido muy bien para conocer a los demás y coger confianza”. Según él, un viaje de estas características es mejor en primero que en segundo de bachillerato.

Con esa misma idea organiza el instituto Berriotxoa, también de Bilbao, su viaje de estudios. “En primero de bachillerato permite la sociabilización con el nuevo alumno que se acude al centro”, asegura Emilio de la Fuente, director del centro.

En el caso de Berriotxoa, 78 alumnos tomarán parte en el viaje de estudios del 5 al 12 de abril. “Siempre elegimos la Semana de Pascua para que distorsione lo menos posible el ritmo académico”, explica Emilio. Rotterdam, Ámsterdam, Bruselas, Brujas, París. “No organizamos el típico viaje de vivo de noche, duermo de día”.

Rodando por Londres Pero hay algunos que no se dedican únicamente a visitar los lugares más emblemáticos. 28 alumnos de cuarto de la ESO de Luis Briñas Santutxu, de Bilbao, viajarán del 10 al 15 de abril a Londres con el fin de rodar un cortometraje que están preparando para un concurso de cine. “Ya que vamos a llevarlo a cabo lo grabaremos fuera, que siempre quita boina”, comenta Mari José González, directora del instituto bilbaino.

Aunque por lo general en Luis Briñas optan por un intercambio con escuelas alemanas, este año ha resultado imposible. “Londres nos pareció una buena alternativa y nuestros alumnos así lo han corroborado”, explica Mari Jose. Asimismo, señala que su centro está prohibido la expresión viaje de estudios. “Siempre organizamos uno pedagógico de una u otra manera”. Por ello, en este caso, llevan trabajando durante todo el curso las diferentes fases de preproducción, producción y posproducción del corto a través de las diferentes asignaturas que imparten. “Es una buena manera de motivar a los alumnos”.

En el caso de Luis Briñas, al igual que en el de Gabriel Aresti, organizan actividades para lograr dinero para el viaje, como vender tortillas de patata durante los patios y los partidos escolares, participar en mercadillos, gestionar la txosna que se instala durante las fiestas del centro, etc. “Pero nos gusta hacerlo”, asegura Mari Jose. A fin de cuentas, tal y como explica, por muchos recursos que ofrezca Internet no hay nada como estar en un sitio en vivo y en directo. “Dentro de muchos años, cuando se acuerden del centro, queremos que nos recuerden por el viaje de fin de curso”.