BILBAO. La diseñadora y exprofesora en la Universidad Parsons de Nueva York Paola Guimerans ha guiado a las cinco empresas de moda en el desarrollo de estos prototipos de prendas o complementos que incorporan "electrónica vestible", unas novedades que hoy se han presentado en una jornada sobre moda y tecnología en Bilbao.

Así, la conocida diseñadora Mercedes de Miguel ha creado un vestido de alta costura que con un solo tuit se transforma, cobra vida y aparecen en él los colores del fuego, el agua y el viento, que iluminan los tejidos para lograr una experiencia sensorial única.

Un traje de noche ha creado Jota+Ge, un vestido que busca la inspiración en el movimiento de las anémonas y se mueve al compás de la música. Además de bello, junto al broche lleva un sensor de alcohol que cuando detecta esta sustancia activa luces de Led.

La firma Armuseli ha preparado un bolso único que cumple la función de funda para el ordenador portátil. Realizado con material táctil, permite utilizarlo sin necesidad de abrir su tapa.

Bï Nik ha creado una buena idea nacida de un sobresalto: su creador estuvo a punto de ahogarse en el pantano de Etxaurre hace dieciséis años. De esa experiencia ha nacido un cinturón/riñonera para el agua que funciona como un salvavidas y envía un mensaje con su localización a los servicios de rescate, en caso de emergencia.

Por último, Skunkfunk ha diseñado un chubasquero con dos diseños: el mapa callejero de Bilbao es la imagen del "chubasquero", que se ilumina para ser visible cuando se circula en bicicleta.

Pero, en contacto con el agua, esta prenda impermeable difumina sus contornos y descubre un diseño personalizado para quién lo viste.