El momento deseado y esperado durante todo el año, una de esas fechas que se marcan en el calendario de todas las casas, ya está aquí. Sí, están los amagos vacacionales de diciembre y marzo/abril que no superan la semana, o aquellos días festivos que permiten tomar un respiro y descansar de la rutina. Pero el mes por excelencia para las vacaciones es agosto. Para muestra, vale un botón. Según Aena, desde ayer y hasta el día 4 de agosto se ofertan un total de 750 vuelos en el aeropuerto de Loiu. Estas fechas son uno de los periodos de tráfico de pasajeros más elevados del año. La jornada de ayer miércoles fue la que más vuelos tuvo programados, dando asiento a 19.034 pasajeros de los 105.505 que se espera que embarquen durante estos seis días. En cuanto a las carreteras, fuentes de la Ertzaintza afirmaron que durante el día de ayer la circulación fue densa dentro de lo normal para unas fechas en la que miles de vehículos se desplazan por las carreteras vascas. Una jornada en la que no hubo ni retenciones ni problemas graves, siendo la A-8 dirección Cantabria la vía que más densidad de circulación de vehículos sufrió. Ya sea por carretera, por aire o por vía férrea, decenas de miles de vascos se movilizan durante estos días para llegar a sus destinos y disfrutar de su periodo vacacional.

El objetivo, desconectar de la rutina diaria del resto del año, reunirse con los amigos y familiares en los habituales puntos de veraneo o visitar nuevos parajes. Eso sí, todos ellos, a su manera, tienen algo que comparten y es que ayer hicieron sus maletas y se aseguraron de cerrar bien la llave del agua. Septiembre queda aún lejos y hay que aprovechar hasta el último segundo. La operación salida ya está lanzada.

Como en el pueblo, en ningún sitio

Un Seat Ibiza blanco llegaba ayer a la estación de servicio de Ugaldebieta. En su interior se encontraban los miembros de la familia Basallo Gómez, Antonio, Ana y su hijo Ibai, junto al perro de la familia, dispuestos a comenzar sus vacaciones. Pero antes de iniciar la travesía, había que llenar el depósito del coche. “Ya era hora de que llegara el tiempo para el descanso”, comentaba Antonio mientras repostaba.

Esta familia es una de las que optan por el pueblo como destino para pasar estas fechas. Como cada año, van a Benavente (Zamora). Ana Gómez afirmaba que lo bueno que tiene ir a un pueblo es la desconexión, “relajarse, no pensar en la rutina”. Todo un mes de relax en el lugar al que han sido fieles durante décadas. “Como en el pueblo, en ningún sitio”. En cuanto a cómo afecta la crisis a la hora de planear unas vacaciones, afirmaban que después de toda una vida yendo al mismo lugar, no se nota el recorte de no poder ir a algún país extranjero o de practicar otro tipo de turismo. La tranquilidad, la desconexión y los años asentados en un mismo lugar juegan a favor de las vacaciones ideales de esta familia bilbaina.

Boda de altos vuelos

Un poquito más lejos se ha ido la familia Obieta: nada más ni nada menos que a 8.074 kilómetros, al paradisiaco Cancún (México). Son unos de los 19.034 pasajeros que cogieron un vuelo ayer en el aeropuerto de Loiu. A la espera de facturar las maletas, la familia comentaba con nerviosismo lo que les deparará el viaje. Y es que, la razón de esta travesía es una boda. “Se casa mi hermano que vive allí”, comenta Kepa Obieta. Diecisiete miembros de esta familia se desplazaron hasta la ciudad mexicana en el mismo vuelo. “Vamos al más puro estilo Modern Family”, afirmaba entre risas Maite Urrutxua, sobrina de la familia, refiriéndose a la cómica serie televisiva. Esta familia aprovechará el evento para pasar doce días y completar así las vacaciones. Mientras que Maite ha pasado además unos días en Mallorca, el resto de la familia afirmaba que estas serán sus únicas vacaciones. “Con Cancún creo que nos basta”, bromeaba Kepa.

Los que también escogen las vacaciones como fechas para reunirse con sus allegados son la familia Urrego. El mes de agosto suele ser la fecha señalada en el calendario para viajar a Colombia y visitar a sus parientes que residen en el país. Todo un mes de reencuentro en el que no hacen todo lo que les gustaría: “Por la crisis, no podemos ir todos los veranos hasta allí”, afirmaban. Esta es la razón por la que ahorran para que el tiempo de espera entre viaje y viaje sea el mínimo posible.

Remix vacacional

Turismo, fiesta con los amigos y estar con los parientes en el pueblo. Este es el paquete vacacional de Itsaso y Jon Burgos. Estos hermanos han estado durante una semana en Benidorm con los amigos y, acto seguido, tras un día de descanso, cogieron ayer mismo en Termibús un autobús para ir a Medina, lugar donde pasan este puente y en el que esperan descansar un poco. Este “poco” es debido a que no paran; después de pasar estos días en el pueblo, este mismo domingo cogerán un vuelo hasta Escocia, donde estarán hasta el 10 de agosto. “Este verano está siendo un no parar”, afirmaba Itsaso. Estos hermanos confesaban que este año están teniendo “unas vacaciones de lujo”, viajando más de lo habitual, mientras que en otras ocasiones se tienen que conformar solo con viajar al pueblo.

A La Rioja a toda máquina

Tres y veinte de la tarde, la estación de Abando estaba repleta de personas expectantes para subirse a los distintos trenes que aguardaban en los andenes. Una multitud se levantaba de los asientos en los que había estado esperando. La cola empezaba a formarse y la gente cogía sus maletas para unirse a esta a la espera de montarse y acomodarse en el tren. El destino era Barcelona, pero entre los cientos de pasajeros las paradas eran diversas.

Uno de estos pasajeros era Eduardo Manzanos. Este bilbaino va de vacaciones a su pueblo en La Rioja. Mientras esperaba en la cola para iniciar el viaje, comentaba que todos los años va a su pueblo, donde tiene a su cuadrilla y a su familia. El tren ha sido el medio de transporte por el que ha optado este joven. La comodidad y la rapidez, y evitar las carreteras, es el factor que hace que este transporte sea elegido por muchos viajeros, tanto para largas distancias (la estación término era Barcelona), como para destinos intermedios.

Otro llegan ahora Al igual que muchos optan por iniciar en estas fechas las vacaciones, otros ponen fin a las suyas. Es el caso de Sara Fornoza que, junto a su marido, eligieron Bilbao como lugar en el que pasar sus vacaciones. Ayer, Sara puso punto y final a su estancia en la villa y se montó en el mismo tren que Eduardo, pero con una diferencia: ella se dirigía a Zaragoza, lugar donde reside. Este matrimonio maño ha pasado una semana en Bilbao y aseguraban que esperan que no sea la última vez. “Creo que repetiré dentro de poco”, decía Sara. Eta mujer aseguraba que le ha entusiasmado todo lo que ofrece la capital vizcaina: la buena comida, los museo, su gente y “su toque especial”. La pena del fin de unas vacaciones y la ilusión del inicio de otras viajaron ayer en el mismo tren.