Bilbao - Los comunicados que sacaron un partido y un sindicato al conocer su nombramiento le han sorprendido. “No es entendible que un profesional sin ninguna acreditación política levante tantas suspicacias por venir de la empresa privada. ¡Pero si sería para aplaudir que alguien con una experiencia de 25 años en el sector privado venga aquí con su know how!”, exclama.
¿Esperaba tener los habituales cien días de tregua antes de que empezaran a criticarle?
-No, y de hecho no me los han dado. Pero era previsible. Lo que no era previsible es que fuera así. No me sorprende, aunque sí me preocupa. Hay una concepción errónea en la importancia que se da y en la focalización que se hace sobre este cargo porque las dinámicas están muy conformadas y los trabajadores saben muy bien qué es lo que tienen que hacer. Un director de ETB trabaja fundamentalmente a medio y largo plazo. Desde mi concepción, es más un puesto de estrategia que del día a día. Ahí los partidos políticos y los agentes sociales muchas veces se confunden y quieren imprimir a este puesto la misma dinámica que tienen ellos. El día a día yo lo veo desde la clave de las audiencias y los resultados, pero no en clave de confrontación social o política. No es mi objetivo ni mi cometido.
Usted lo verá así, pero se ha aludido a las ‘puertas giratorias’ para definir su llegada...
-En mi caso ese concepto se ha utilizado mal. Yo vengo del sector privado al público, no a la inversa; y no voy a poder volver al privado. Lo primero que he tenido que hacer para aceptar el puesto es vender mi participación en Baleuko a mi socio. Los dos años siguientes al día que acabe mi etapa en ETB no podré trabajar en ninguna empresa relacionada con ella. Es un camino sin retorno y he tomado esta decisión siendo consciente de ello. Yo no me voy a poder beneficiar a nivel laboral de mi estancia en Euskal Telebista.
Con esas medidas, ¿cree que ha eliminado las sospechas?
-Si alguien está pensando que desde este puesto voy a beneficiar a Baleuko, no sé qué tiene en la cabeza salvo que “el ladrón piense que todos son de su condición”... Lo primero que hice fue hablar con el jefe de Recursos Humanos y entregarle el documento notarial de mi venta de acciones. No tengo ningún vínculo con Baleuko, salvo el de la amistad. Tengo muy claro que no va a tener ni un programa más de los que respondan a criterios profesionales, pero tampoco ni uno menos. Y también quiero resaltar que el índice mayoritario de facturación de Baleuko no procede de ETB porque hace animación que se vende en todo el mundo, ha coproducido con India, Francia, Italia,...
Algunos consejeros se preguntan cómo dentro de una empresa con mil trabajadores no hay ninguno que pueda ocupar este puesto...
-No tengo ninguna duda de que en esta casa hay gente tanto o más cualificada que yo para ocupar la dirección, pero en determinadas coyunturas es interesante renovar o traer savia nueva y creo que es lo que yo puedo aportar, otra visión. Ni mejor ni peor, otra. Seguramente quienes han valorado que mi perfil era el adecuado estaban pensando en eso, no en descalificar a nadie. Pero yo tengo un recorrido limitado, debo ir pensando en la televisión de 2020 y seguramente será alguien de la casa quien en un plazo no muy largo ocupe este puesto. Yo tengo billete de salida, ya está encima de la mesa y soy consciente de ello.
¿Con qué filosofía llega?
-Muy sencilla: hacer televisión pública vasca. En este orden. Una televisión que tiene que ser competitiva, pero siendo conscientes de que competimos en desventaja. Pública, porque tiene que recoger todas las sensibilidades que existen en esta sociedad y sin olvidar que es la televisión institucional. Finalmente, si nos remitimos al primer punto de su acta fundacional, está para fomentar el euskera y la cultura vasca.
¿Tiene algún modelo concreto?
-Una televisión de calidad, de prestigio y que sea un referente sobre todo cualitativo. Estoy convencido de que si ahora no existiera ETB, en algún lugar de este País habría un grupo de personas queriendo montarla. Si en otros lugares una televisión pública es necesaria, en Euskadi es fundamental. Somos un País muy pequeño, con una cultura diferenciada, y nadie va a hacer por Euskadi lo que hace ETB. Tenemos que esforzarnos en garantizar su futuro, por eso no entiendo que sea elemento de disputa política y arma arrojadiza. Quienes lo hacen están tirando piedras contra nuestro País y tendrían que darse cuenta de que hay que sacar a ETB del debate político y de la confrontación entre ellos. ETB es algo a cuidar y mimar. Si no valoramos lo que tenemos, es imposible luchar por lo que no tenemos.
¿ETB sale demasiado en las páginas de Política y poco en las de Televisión?
-Es algo que no termino de entender. Euskal Telebista no tendría que salir de la sección de Comunicación de los periódicos. Ese es su espacio y ahí nos tienen que criticar, pero no comprendo que la dinámica interna de esta empresa vaya en Política o Economía. Quienes hacen eso -y es una crítica a los medios de comunicación que se prestan a ello- están entendiendo mal este País y anteponiendo sus intereses particulares.
¿Usted seguirá apostando igual de fuerte por ETB-1?
-Tengo muy clara esa apuesta, que es muy complicada. Pero tenemos que insistir. En el mundo de la televisión, cuando se decide algo no se puede cambiar de opinión cada trimestre. Es una apuesta estratégica de esta dirección y hay que mantener el empeño. Más que definirme como continuista, diría que voy a sumar mi experiencia al planteamiento anterior.
¿Sabe la causa del liderazgo de Telecinco en la CAV? ¿Y una forma de alcanzar su audiencia?
-El objetivo no es superar a Telecinco, sino hacer una televisión que mejore de audiencia año a año. Esa dualidad que se da entre Telecinco como cadena referencial para el entretenimiento y ETB para informativos es un poco la dualidad en que se mueve Euskadi, muy influida por las tendencias internacionales (y en eso Telecinco es muy buena) pero también muy celosa de lo suyo. Los vascos ven la cadena de Mediaset en clave de desconectar y exigen a ETB que sea profesional y responda al día a día político y social.
¿Qué sabe del presupuesto de 2015?
-La directora general y el Departamento de Cultura están trabajando para entablar una relación duradera en el tiempo con la fórmula del contrato-programa que dé estabilidad y seguridad para los próximos tres o cuatro años. Como es fácil imaginar, pedimos más recursos. Me preocupa que piensen que como este año estamos funcionando con 24 millones menos, podemos seguir así. Si se ha conseguido es porque aquí hay militantes de ETB más que trabajadores o directivos.
¿Se ha llegado al límite de “hacer más con menos”?
-Hemos llegado a un punto crítico. Si ETB tiene que seguir trabajando con menos recursos, hay un alto riesgo de que haga crac a nivel interno y de sector. Si se recorta más a las productoras va a ser un sector lumpen, no pueden seguir bajando los presupuestos porque la gente va a abandonar el audiovisual y eso es algo que no debemos permitir.
Los productores, los actores, los guionistas... llevan años quejándose de ETB y usted lo sabe bien porque estaba al otro lado de la mesa.
-Se quejan con razón y hay muchas razones para quejarse. Y también los trabajadores de ETB. Aunque todos tenemos que adecuarnos a los tiempos en que vivimos, los políticos tienen que ser conscientes de que hemos llegado al límite, no podemos traspasar ya esta línea. Sería un salto al vacío de consecuencias muy negativas.
¿Se puede combinar la idea de que la plantilla tiene que asumir más tareas con aumentar los recursos destinados a las productoras?
-Tiene que ser así porque así se diseñó el modelo de televisión pública en este País, para compartir su producción con un sector privado. Son vasos comunicantes. ETB sería impensable sin las productoras porque no podemos tener una megatelevisión que sea capaz de producir las 24 horas, además por diferentes razones. Hace falta savia externa.
¿ETB renuncia a los derechos de los deportes mayoritarios y a la ficción extranjera, series o películas?
-En cuanto al deporte, ETB no puede entrar en esos precios. A la ficción extranjera le voy a dar una vuelta y a la ficción hecha en Euskadi le voy a dar dos vueltas. En esto sí que me voy a empeñar.
¿Sigue enquistado el tema de la recepción en Navarra?
-Hay optimismo. Ha habido una reunión en Madrid y parece que la solución a este problema ya parece encaminada. Podría arreglarse a corto plazo.