barcelona - El escultor, pintor, grabador, escenógrafo y crítico de arte Josep Maria Subirachs falleció el pasado 7 de abril en Barcelona a los 87 años, tras una larga enfermedad neurodegenerativa.
Subirachs (Barcelona, 1927) realizó un sinfín de obras, la mayoría monumentos públicos, pero sin duda su obra magna fue el diseño y escultura de la fachada de la Pasión del Templo de la Sagrada Familia de Barcelona, una obra contra la que se organizó una manifestación en 1990.
Vivió donde trabajó, en una modesta vivienda ubicada en la Sagrada Familia, igual que había hecho el arquitecto Antoni Gaudí. La ubicación de su morada y que no le impusieran un estilo determinado fueron las dos condiciones que Subirachs puso para aceptar el encargo, en 1986.
Veinte años después, en 2005, dio por finalizada su obra para la Sagrada Familia, consistente en más de cien figuras esculpidas en piedra y cuatro puertas de bronce, en las que se recrean los dos últimos días de Jesús con un expresionismo figurativo y dramático.
Además, Subirachs marcó un hito con Forma 212 (1957), primera obra abstracta que se ubicó en un espacio público de Barcelona y primera de una lista de intervenciones públicas de Subirachs, como Les Taules de la Llei (1960), realizada en la fachada de la facultad de Derecho de la Universitat de Barcelona con Antoni Cumella, Evocación Marinera (1960), en el barrio de la Barceloneta, y no exenta tampoco de polémica, Monument a Narcís Monturiol (1963), y Monument a Ramon Llull (1976) en Montserrat.
Es especialmente relevante el conjunto de trece monumentales figuras, cuatro puertas de bronce y varios elementos decorativos realizado para el santuario de la Virgen del Camino de León, obra que culmina la etapa expresionista del escultor y que se considera un hito en la escultura española del siglo XX.
Subirachs empezó a trabajar con 14 años en el taller de un dorador aficionado a la escultura y más tarde, de 1942 a 1947, hizo de aprendiz del escultor Enric Monjo. Pero quien realmente le influenció fue el escultor noucentista Enric Casanovas, con quien trabajó unos meses porque falleció en 1948. Dos años después, Subirachs fundó Postlectura, con los escultores Francesc Torres Monsó y Martí Sabé, y los pintores Esther Boix, Ricard Creus y Joaquim Datzira.
Con una beca viajó a París y Bélgica, invitado por el pintor Luc Peire, que descubrió sus obras en el Saló d'Octubre de Barcelona, donde Subirachs participó de 1949 a 1957.
PREMIOS Y RECONOCIMIENTOS Su técnica, su análisis de las dualidades, y sus símbolos tales como la torre de Babel, el obelisco falo, el árbol pubis y la cinta de Möebius, le hicieron valedor de múltiples reconocimientos, como el de artista catalán vivo más importante del siglo XX y Officier dans l'Ordre des Arts et des Lettres de Francia.
Algunos de los premios que recibió son la Creu de Sant Jordi de la Generalitat, la Medalla de Honor de la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, la Medalla de la Universitat Autònoma de Barcelona (y la Medalla de Oro del Fondo Internacional de Pintura de Barcelona. - E. P.