Bilbao
Controlar el mar no es posible, pero sí lo que ocurre y transita por él con el objetivo de mejorar la seguridad de las personas y la eficiencia de la navegación. Con la ayuda de la tecnología y a través de equipos instalados en los barcos y un total de 37 estaciones costeras -dos de ellas ubicadas en Euskadi-, Telefónica monitoriza la mayor parte del tráfico marítimo en un radio mínimo de 35 millas náuticas. Ese control exhaustivo y permanente de los barcos es posible gracias al sistema AIS (Automatic Identification System), que en unos pocos meses será obligatorio también para los pesqueros de eslora total o igual a 15 metros.
El sistema fue aprobado por la Organización Marítima Internacional (OMI) en el año 2002 con un calendario de implementación que comenzó en diciembre de 2004 -para buques de travesía internacional de más de 300 toneladas, los de más de 500 toneladas y todos los de pasajeros- y se ha ido haciendo obligatorio progresivamente en función de las características del buque. Tras una directiva europea fechada en 2009, la obligación de contar con los equipos necesarios y utilizar este sistema de identificación alcanzó también a los buques pesqueros, empezando por los de 24 a 45 metros de eslora -en 2012- y los de 18 a 24 metros, en 2013. El calendario establece que a finales del próximo mes de mayo los pesqueros de entre 15 y 18 metros deberán utilizar de forma obligatoria el sistema AIS. Esto supone que un buen número de embarcaciones matriculadas en localidades vascas empezarán a utilizar el sistema AIS y muchos más blancos (barcos) aparecerán en las pantallas y en las cartas náuticas electrónicas que recogen el tráfico marítimo frente a las costas de Euskadi.
Javier Magro y Jesús Alonso, responsables técnicos del servicio marítimo y cable submarino de Telefónica, explicaron a DEIA que si se compara con otras zonas o puntos del litoral, como Finisterre o el Estrecho de Gibraltar, el Cantábrico no es un área con excesivo tráfico marítimo, pero sí cuenta con unas características y unas condiciones meteorológicas que aconsejan adoptar un máximo de medidas de seguridad. Entre esas medidas se incluye la posibilidad que ofrece el sistema AIS de que "las embarcaciones de cualquier tipo estén permanentemente localizadas, de conocer en todo momento su situación y rumbo y que ellas también sepan la ubicación y condiciones de todos los buques a su alrededor".
estaciones costeras
La ubicación es fundamental
"AIS es un sistema que permite la identificación y seguimiento de buques de manera automática, se basa en una red de estaciones costeras que tenemos por todo el litoral. Las estaciones captan la información de los buques y la envían a unos servidores que la tratan y sistematizan para luego facilitarla a los clientes interesados en ella. Esa información sirve para control del tráfico y para la seguridad marítima", indicó Jesús Alonso. Añadió que el AIS no está pensado para suplir al radar, sino para complementarlo, ya que además de ofrecer más información, las transmisiones -que se realizan en la banda de VHF- están más protegidas frente a los accidentes geográficos y su capacidad para sortear obstáculos hace que sea posible la comunicación incluso entre barcos que no tengan visibilidad directa. También impide cualquier confusión entre accidentes geográficos y embarcaciones.
Telefónica, que desarrolló la primera red de estaciones del Estado español para dar el servicio AIS, cuenta con 37 instalaciones costeras cuyos emplazamientos garantizan la cobertura de toda la costa del Estado con un radio mínimo de 30/35 millas náuticas, aunque la cobertura real es de unas 70 millas. Jesús Alonso indicó que las dos estaciones costeras de Euskadi -en Trapagaran y Pasaia- se instalaron en 2005 y son, por tanto, de las primeras que entraron en funcionamiento. "Desde la estación de Txoritokieta, en Pasaia, estamos visualizando buques que están en la zona de Arcachon, al sur de Burdeos, y desde el Pirulí del monte Mendibil, en La Arboleda, visualizamos buques que están en la costa asturiana, en el entorno de Villaviciosa. De forma que tenemos un alcance que se solapa con el de otras estaciones y controla toda la costa con una cobertura por encima de lo recomendado", añadió el experto.
Según explicaron Magro y Alonso, aunque el alcance de las señales de radio en VHF del sistema AIS es sensible a las condiciones meteorológicas -el buen tiempo (altas presiones) amplía la cobertura y el mal tiempo la reduce-, la ubicación y altura de las estaciones costeras son factores muy importantes y la "inmejorable" situación de las de Telefónica permite duplicar el alcance mínimo requerido. "Hemos ubicado las estaciones en lugares muy próximos a la costa y hemos buscado también una altura suficiente como para tener una buena cobertura y alcance". En el caso de la información que gracias al AIS llega a los barcos, los responsables del servicio explicaron que "cada embarcación puede visualizar los buques de su entorno, con un alcance que depende de la altura de la su antena y de las condiciones meteorológicas". El sistema, sin embargo, recoge los datos de los buques a lo largo de toda la costa y eso permite una visión dinámica y actualizada del tráfico marítimo. La utilidad de esa información recogida y tratada es innegable. "Si el cliente es una compañía naviera, por ejemplo, con el sistema AIS puede localizar donde está un buque determinado o los barcos de su flota en todo momento y así puede estimar horas de llegada, optimizar rumbos, etc... En cuanto a los barcos, en casos de muy poca visibilidad con este sistema pueden saber si hay un buque en rumbo de colisión con ellos y tener suficiente información sobre las embarcaciones que hay en su entorno", apuntó Alonso.
AIS es un sistema abierto, es decir, que la información transmitida no está codificada y puede ser recibida por cualquier equipo de esta tecnología que cumpla las especificaciones del sistema. Eso puede generar problemas derivados del uso de esa información para fines delictivos y ha obligado a la OMI a dictar una resolución que permite que los capitanes apaguen el sistema AIS en las zonas donde el riesgo de ataque por piratas o terroristas sea inminente.