Síguenos en redes sociales:

El asesino de El Salobral se suicida

Juan Carlos Alfaro se pegó un tiro en la cabeza tras permanecer siete horas cercado en una caseta Los mediadores de la Guardia Civil y varios familiares intentaron convencerle para que se entregara

El asesino de El Salobral se suicidaEFE

Albacete. El autor confeso del doble crimen de El Salobral murió ayer poco después de dispararse en la cabeza cuando estaba cercado por la Guardia Civil, según informó el instituto armado. Juan Carlos Alfaro, un mecánico de coches de 39 años y que tenía gran destreza en el manejo de las armas, se pegó un tiro en la cabeza pasadas las tres de la tarde tras salir de la nave en la que se encontraba atrincherado y armado y cuando los agentes de la Guardia Civil que llevaban negociando con él varias horas pensaban que se iba a entregar.

La muerte de este hombre, que durante horas mantuvo en vilo a numerosos efectivos policiales, se produjo prácticamente dos días después de que se liara a tiros en el centro de la pedanía albacetense y matara a Almudena -una niña de 13 años con la que habría mantenido una relación consentida, aunque la familia de la joven la rechazaba, lo que motivó denuncias cruzadas- y a un hombre de 40. Tras pegarse un tiro en la cabeza, Alfaro estaba clínicamente muerto, pero fue trasladado al hospital general de Albacete, donde fue estabilizado, aunque finalmente falleció a causa de las graves lesiones que sufrió.

negociación Tras muchas horas de búsqueda y rastreo por los alrededores de la localidad, la Guardia Civil localizó ayer hacia las ocho de la mañana a Juan Carlos Alfaro escondido en una caseta de una finca familiar. Los agentes intentaron negociar con él para que se entregara, pero finalmente salió de su escondite pasadas las tres de la tarde y se pegó un tiro. El capitán de la Guardia Civil Juan Manuel Burgos explicó que tras la negociación, sobre las tres y cuarto de la tarde, Alfaro decidió salir, "aparentemente con intención de entregarse, pero ha salido con la pistola en la mano y al final se ha disparado". Los agentes mantenían un amplio dispositivo para cercar al hombre, que permanecía atrincherado y armado en la finca familiar, mientras que un mediador de la Benemérita negociaba su rendición. Cuando ayer por la mañana los agentes descubrieron el escondite en el que se refugiaba Juan Carlos Alfaro, conocido por sus paisanos como El Fraguel, le conminaron para que se entregara, pero él respondió con varios disparos, aunque sin causar daños personales. Tras cesar los disparos se inició la negociación, al tiempo que se mantenía el cerco.

La familia del presunto asesino de la menor de trece años con la que habría mantenido una relación, y de otro vecino que fue alcanzado por los disparos cuando salió a la calle a fumarse un cigarro, pidieron insistentemente a Juan Carlos Alfaro que se entregase para que la situación no pasara "a mayores", e incluso, habían propuesto a los agentes que les dejasen entrar en la finca para hablar con él.

El suceso que ha conmocionado a esta pequeña población albacetense ocurrió pasadas las siete de la tarde del pasado sábado cuando el presunto homicida llamó a la Guardia Civil para comunicar que había disparado a Almudena. Posteriormente, Alfaro, que según testigos presenciales iba disfrazado de Rambo, con vestimenta militar y la cara pintada de negro, fue a su casa, cogió un arma larga y disparó a Agustín D. S., de 40 años. En su enloquecida huida, El Fraguel también alcanzó a J. G. A., de 46 años, pareja de la abuela de la menor, que resultó herido de bala en un hombro.

funerales Ayer, en medio de grandes escenas de dolor, familiares, autoridades locales y cientos de vecinos de El Salobral, asistieron a los dos funerales por las víctimas del tiroteo. Los vecinos de El Salobral, que han vivido con conmoción y perplejidad lo sucedido desde la tarde del pasado sábado, dijeron a los periodistas tras conocer que Juan Carlos Alfaro se había pegado un tiro, que al menos "esta noche (por ayer) el pueblo dormirá tranquilo".