Un histórico en su disciplina

Bilbao. Erhard Wunderlich, exjugador del Barça de balonmano y considerado uno de los históricos de su deporte, falleció el pasado día 4 a los 55 años víctima de un cáncer. El exinternacional alemán, que dejó huella en las décadas de los setenta y los ochenta por su incontinencia realizadora y ojo clínico para encarrilar acciones ofensivas letales, recaló en el Barcelona en 1983 procedente del Gummerbach, en el que había debutado en 1976.

El mítico jugador alemán Erhard Wunderlich, de 2,04 metros de altura, fue uno de los jugadores más brillantes durante la década de los 70 y 80. El exinternacional alemán destacaba por su facilidad anotadora, la agilidad que poseía pese a su alto tamaño y una gran visión de juego.

Su trayectoria como profesional empezó en el FC Augsburg aunque a los 17 años ya jugaba para el VfL Gummersbach en la Bundesliga alemana. Con este club consiguió sus mayores éxitos logrando 3 Bundesligas, 4 Copas, 1 Copa EHF, 2 Recopas, 1 Supercopa de Europa y 1 Copa de Europa durante las siete temporadas que permaneció en el equipo.

Millonario fichaje por el barça Tras una gloriosa etapa en Alemania, Erhard Wunderlich ya era una estrella mundial y el Barcelona apostó por él como gran referente mediático. Fue en la temporada 1983/84 cuando recaló en la entidad blaugrana, y se convirtió en el primer gran jugador del panorama mundial que llegaba al Palau.

A pesar de que firmó por 4 años, el carácter del alemán chocó con la cultura española a la que pareció no adaptarse nunca. Finalmente el jugador teutón solo completó una temporada en el Barça, durante la que colaboró para conquistar la Copa del rey y la Recopa de Europa en 1984.

En Barcelona, Wunderlich llegó a ser el jugador de balonmano mejor pagado del mundo, cobrando el equivalente a 15.300 euros mensuales. Tras su periplo en la ciudad condal prosiguió su carrera en el Milbertshofen y el Bad Schwartau, club de segunda división al que ascendió de categoría antes de retirarse en 1991.

Campeón del Mundo en 1978 Desde 1976 a 1984, Wunderlich anotó 504 goles en 140 partidos con Alemania y formó parte de posiblemente la mejor selección alemana de la historia con jugadores como Horst Spengler, Heiner Brand o Joachim Deckarm.

Junto a esta generación maravillosa Wunderlich se proclamó campeón del mundo en 1978 en el Mundial de Dinamarca con tan solo 21 años y se colgó la medalla de oro en los JJ.OO. de Moscú en 1980. Wunderlich ha sido votado como Jugador Alemán del Siglo XX y en su país es considerado al balonmano lo que Beckenbauer al fútbol.