Bilbao. Isuzu Yamada debutó ante las cámaras con solo trece años, convirtiéndose en una de las actrices más populares y respetadas de Japón por sus trabajos con dos de las grandes leyendas del cine japonés, los directores Kenji Mizoguchi y Akira Kurosawa. Mujer inconformista y combativa, que encabezó movimientos progresistas en defensa de la mujer japonesa y de los derechos sociales, Isuzu Yamada falleció en Tokio el día 9 de julio a los 95 años de edad.
Isuzu Yamada encabezó en los años cincuenta distintas organizaciones progresistas, mientras diversificaba su carrera cinematográfica entre películas independientes de marcado carácter izquierdista y producciones de grandes compañías, dirigidas por prestigiosos cineastas como Kon Ichikawa (Okuma choja, 1954), Mikio Naruse (Nagareru, 1956) o Yausumiro Ozu (Tokio boshoku, 1957).
Su talento interpretativo queda fielmente reflejado cuando se pone a las órdenes de Akira Kurosawa (1910-1998) en tres obras maestras: Trono de sangre, Los bajos fondos y Yojimbo, donde recreaba la insólita figura de la regente de un burdel.
trabajos En Trono de sangre, transposición a la época de los samuráis del Macbeth de Shakespeare, tenía como oponente masculino a Toshiro Mifune, el actor fetiche de Kurosawa. Como no podía ser de otra manera, ella interpretaba allí la figura de Lady Macbeth. Por supuesto debía lavarse la sangre de las manos, así que Isuzu Yamada solía rememorar, con gran sentido del humor: "Aunque Kurosawa fuese conocido por sus estrictos ensayos, no lo hizo en el caso de la escena en la que yo trataba de lavarme las manos. Él me dijo: No sé nada de mujeres, y confió totalmente en mí. Cuando llegué a casa, practiqué bajo el grifo".
Hija de un actor, Isuzu Yamada actuó en los escenarios desde niña y en 1930 ya aparecía en producciones históricas como Sangre en el Japón, de Tomiyasu Ikeda. Pronto tuvo un encuentro con Kenji Mizoguchi (1898-1956) que resultó decisivo en su carrera. En 1935 protagoniza su película Orizuru Osen, melodrama familiar de alto voltaje, y al año siguiente se convierte en estrella del cine japonés cuando en dos películas encarna a una mujer que se subleva contra las injusticias sociales.