Bilbao. A nivel europeo, Austria se podría considerar como la campeona del reciclaje. Según datos del Eurostat, el país alpino recicla el 70% de sus residuos, el porcentaje más alto de toda Europa. Así y todo, apuesta por la cogeneración energética para el resto de sus basuras. Dos sistemas, el reciclaje y la incineración, que se perfilan como compatibles en los países más avanzados.
La incineración no es otra cosa que generar electricidad con los residuos que no se pueden utilizar para nada más, ni su reutilización ni su reciclaje. Por él apuestan, como complemento, los países que pueden ser considerados más avanzados a nivel de reciclaje. Alemania, el segundo en el ranking europeo reciclando el 64% de sus residuos, incinera el 34% restante. Otro tanto ocurre con Holanda, el tercero en la lista: recicla el 60%, incinera el 39% y lleva a vertedero el 1%. Y es que, por mucho que prime el sistema de recogida selectiva puerta a puerta, todavía queda una fracción de residuos que no es posible reciclar y a los cuales hay que dar salida. Bildu defiende que es posible, a través del puerta a puerta, alcanzar el 89% de recogida selectiva; para el resto, su planteamiento es un vertedero de inertes, una cifra demasiado elevada frente al objetivo de basura cero marcado por Europa. Bildu pone como ejemplo las experiencias de Catalunya o Mallorca para defender su sistema de recogida puerta a puerta. En estas dos comunidades llevan ya muchos años recogiendo sus residuos con este método. Pero incluso en ellas, el reciclaje se combina con la incineración: en Catalunya existen cuatro plantas de cogeneración energética (dos situadas en Barcelona, una en Tarragona y una cuarta en Gerona) y también en Mallorca existe una infraestructura de este tipo en Son Reus. A nivel europeo, además de Austria, Alemania y Holanda, también Francia, Italia y Bélgica apuestan por un sistema combinado: incineran el 14, 12 y 35% de sus residuos, respectivamente.