sevilla. El taxista que dice que trasladó en la madrugada del día 25 de enero de 2009 al hermano del autor confeso del crimen de Marta del Castillo desde la calle Luis Montoto hasta León XIII, donde se produjo el crimen, aseguró ayer que "está cien por cien seguro" de que la persona a la que trasladó esa noche fue Francisco Javier Delgado, con lo que da fuerzas a la versión mantenida por las acusaciones en cuanto a que Francisco Javier Delgado participó en las tareas para hacer desaparecer el cuerpo de la joven.

No obstante, y con anterioridad a la declaración del taxista en el marco de la decimoquinta sesión del juicio que se sigue estos días en la Audiencia Provincial, el abogado del hermano de Miguel Carcaño anunció que ayer mismo presentó en el registro un incidente de nulidad de las actuaciones por la decisión del tribunal de aceptar la declaración del taxista y de su mujer. Además, el abogado de Samuel Benítez solicitó la suspensión de la declaración "hasta que se realicen las diligencias ofrecidas" por el tribunal, que se ha opuesto a esta petición argumentando que "lo que está acordado, está acordado", por lo que el letrado del acusado formuló la protesta.

protesta de los abogados Asimismo, el abogado de María García también formuló protesta por la admisión a trámite de la prueba y su práctica en el acto del juicio oral, motivo por el que fue el único de los letrados que no efectuó pregunta alguna ni al taxista ni a su mujer, mientras que la defensa de Miguel Carcaño no realizó alegaciones.

El taxista relató que fue sobre las 0.15 y las 0.30 horas del 25 de enero cuando una persona requirió sus servicios en la confluencia de las calles Luis Montoto y Juan Antonio Cavestany, y le pidió que lo trasladara hasta León XIII. El hombre que se montó en el vehículo "estaba bien pelado, estilo militar, pelo canoso y barba de unos días sin afeitar". Tras abonar el coste del recorrido, "entró en la casa donde pasó lo de Marta".

La jornada de este lunes también ha acogido la comparecencia de dos peritos del laboratorio de la Policía Científica de Sevilla, quienes confirmaron la existencia de sangre perteneciente a la víctima en el chaquetón de Miguel, mientras que en el tensiómetro que este empleó supuestamente para comprobar si Marta estaba muerta había "una mezcla de ADN perfecta y completa" de ambos.