BILBAO. Entre las recetas para ser feliz en el trabajo, los niños destacan que se disfrute en su desempeño (40%), que haya un buen ambiente laboral (17,5%) y poseer un buen sueldo (15%).

A la hora de imaginar su futuro laboral, sólo un 10,9 por ciento querría seguir los pasos de sus progenitores, cifra que se eleva a un 17 por ciento en el caso de los niños con discapacidad debido a la dependencia que tienen de sus padres.

Las diferencias entre sexos son sensibles en este área, ya que, mientras los niños aspiran a ser futbolistas, ingenieros, policías, profesores y médicos, por este orden, las niñas se decantan por la enseñanza, ser cantantes, peluqueras, veterinarias y abogadas.

Llama la atención también en el estudio el hecho de que un 51,9 por ciento de los niños vascos quiere llegar a ser jefe cuando sea mayor, cifra que desciende hasta el 38,8% entre los encuestados con discapacidad.

Los pequeños opinan que la edad ideal para jubilarse está entre los 51 y los 65 años. Esta respuesta contrasta con la de los niños con discapacidad, que afirman que desean jubilarse después de los 65 años (38,9%). Incluso, un 17,6% de ellos asegura querer trabajar eternamente.