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SI existe alguien en el mundo al que se le pueda otorgar la distinción de veterano de la Euskal Encounter ese es, sin duda, Alfredo Soro. A sus 37 años, este productor audiovisual natural de Tudela es una de las pocas personas que puede presumir de haber asistido a las 19 ediciones de esta fiesta informática sin haber causado baja ni una sola vez. "Tengo un amigo que siempre me dice que solo hay dos motivos por los que una persona se puede perder la Euskal Encounter: por estar en la cárcel, o por estar en un hospital".
Afortunadamente, ninguna de estas dos circunstancias ha impedido al navarro acudir, como cada año, a disfrutar de uno de los eventos más reconocidos del mundo que cada edición reúne a más de 6.000 seguidores. Sin embargo, como el propio Alfredo rememora, solo unos pocos privilegiados son capaces de detallar cómo se vivieron los primeros pasos de este encuentro de masas. Él es uno de ellos. "La primera edición se celebró en el municipio guipuzcoano de Urretxu, pueblo natal del director de la Euskal Encounter, Sabino San Vicente, y no habría más de 40 personas. Meses después, bajo el nombre de Euskal Amiga Party 2, trasladamos el evento hasta Legazpi, y nos reunimos cerca de 300 amigos", recuerda Soro, mientras enumera de carrerilla y con todo lujo de detalles los lugares y el número de participantes congregados en las 19 fiestas organizadas hasta la fecha.
Comprobado que el paso de los años no ha borrado en él la huella que le ha dejado ser una de las personas más reconocidas de la Euskal Encounter, Alfredo Soro recurre a su experiencia para articular, a modo de conclusión, una reflexión en voz alta que resume las sensaciones recogidas durante todo este tiempo. "Después de llevar todos estos años viniendo, no he conocido a mucha gente que salga de aquí diciendo que no va a volver al año siguiente. Un amigo mío, incluso, me reconoció que lo estaba pasando realmente mal porque este año tenía muchas ganas de volver al BEC y finalmente no ha podido venir", reconoce Soro, que durante su decimonovena visita ha venido rodeado de más de 40 amigos procedentes de todos los puntos de Euskadi y del Estado.
Y precisamente, los amigos son el motivo por el que este productor audiovisual navarro promete seguir dando guerra y continuar asistiendo a la Euskal Encounter tantos años como le sea posible. "Muchas personas piensan que venir aquí significa traerte tu ordenador y estar todo el día delante de él. No es así, estar aquí es mucho más que todo eso. Yo personalmente vengo para estar con mis amigos, que es lo que importa, y en ese sentido esta fiesta también cumple una función social importante. Así que, mientras pueda, seguiré viniendo", reconoce este veterano de la Euskal Encounter.