Madrid. La obligación de conducir como máximo a 80 km/h que tenían los conductores noveles desde 1974 durante su primer año con carné desaparecerá desde hoy, momento en que estos usuarios podrán circular como el resto a un máximo de 110 km/h en autovía y autopistas. No obstante, se mantiene la obligación de llevar en el vehículo la "L", ya que se entiende que los conductores noveles no tienen "todavía suficiente experiencia en la conducción, lo que puede quedar reflejado en la realización de algunas maniobras".

De este modo, este distintivo puede servir para que el resto de usuarios de la vía "tengan un mayor nivel de comprensión con el conductor novel, circunstancia que contribuye a protegerle y a mejorar la seguridad vial en general". Otros de los criterios especiales incluidos en el nuevo reglamento es que la tasa de alcoholemia permitida para este grupo de conductores será se 0,15 miligramos por litro de alcohol en aire espirado, inferior al general de 0,25 del resto de conductores; y que solo tendrán 8 puntos en su permiso de conducción durante los tres primeros años.

Las asociaciones de víctimas de accidentes de tráfico se mostraron divididas ante esta medida adoptada por el Gobierno español ya que algunas apoyan la medida por "homogeneizar" velocidades y otra la rechaza por "ir a menos". Así, la presidenta de la Asociación para Prevenciones de Accidentes de Tráfico, Eugenia Domenech, resaltó que la medida no es "descabellada", siempre que los conductores mantengan la tendencia de "moderación y prudencia".

"No nos parece mal, ya que en un principio la homogeneización de las velocidades tiene ventajas y evita accidentes", señaló. No obstante, reiteró la necesidad de aumentar la formación en las autoescuelas, al tiempo que insistió en la importancia de recordar a los conductores noveles que "no siempre hay que circular a la velocidad máxima permitida". Por su parte, el presidente de la Asociación Estatal de Víctimas de Tráfico, Francisco Canes, manifestó que "un radar en la autovía no puede detectar si se trata de un conductor novel o no, por eso quitar la norma me parece bien, no tenía trascendencia".

Por el contrario, la presidenta honorífica de Stop Accidentes, Ana María Campo, se mostró "indignada" ante esta decisión, al asegurar que se trata de "una solución de locos. Yo creía que se buscaba ir a menos velocidad y no a más, supongo que deben imaginarse que la "L" es mágica y va a salvar vidas", zanjó. Insistió también Campo en la importancia de la formación en las autoescuelas, un lugar donde los alumnos únicamente "van a sacarse el título".

En este sentido, el RACE y Automovilistas Europeos Asociados (AEA) señalaron que la desaparición del límite de velocidad para conductores noveles debería ir acompañado de una mejor formación para reducir el número de accidentes de tráfico en este colectivo. En este sentido, el director de Seguridad Vial del RACE Tomás Santa Cecilia se quejó de que la DGT "está prestando demasiada atención a las velocidades", y "por el contrario está obviando ciertos factores de riesgos", como el estado de mantenimiento de las infraestructuras o reducir el consumo de alcohol entre los más jóvenes.

Atendiendo a la estadística de 2009, la última disponible, se observa que la tasa de accidentes en los que están involucrados conductores noveles se duplica a partir del primer año de obtención del carné, volviendo a reducirse cuando la antigüedad de los conductores es superior a tres años.