Las apariencias engañan

UNA veintena personas van a resultar intoxicadas las próximas semanas en Euskadi por ingerir setas venenosas. No existe una estadística detallada, pero ése es el intervalo de personas que suelen caer todos los años en el error de confundir una especie de hongo con otro y llevarse el ejemplar maldito al estómago. Y este cálculo no es baladí porque sale de los expertos en micología de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, en cuya sede de Zorroaga en Donostia se celebró a lo largo del día de ayer una exposición abierta al público con alrededor de 150 ejemplares de setas.

El miembro de la sección de micología de esta agrupación científica, Xabier Askasibar, conoce al dedillo este tipo de dolencias provocadas por la ignorancia del recolector. En muchas ocasiones ha tenido que acudir adonde el enfermo para conocer la especie que ha ingerido y, de este modo, informar al médico para que pueda dar con el tratamiento adecuado. "Hay que coger la seta entera, nunca una parte porque, si se han recogido venenosas, es necesario contar con todos sus detalles para reconocerla", explica este avezado conocedor del mundo micológico.

Askasibar es claro y concreto: en caso de duda, no coger la seta. Además, si se va al monte pertrechado de una guía micológica, "hay que mirar la foto pero también leer los textos". "La gente las busca con muchas ganas de comerlas y olvida que es necesario ser prudente. Siempre tenemos casos de envenenamientos", destaca Askasibar.

En todo caso, este hombre matiza que en los últimos 30 años no ha habido ninguna muerte provocada por la ingesta de setas venenosas. El conocimiento de la naturaleza ha aumentado entre los aficionados a estos paseos, por lo que cada vez son menos frecuentes los sustos.

Este experto micólogo expresa que, en caso de sentir las primeras molestias o dudas, es necesario actuar rápido y acudir al médico.

En esta página reproducimos algunas de las especies de setas que levantan más confusión entre los montañeros y aficionados.