Las últimas cifras de las operaciones contra la piratería de Somalia hablan por sí solas de la amplitud que ha cobrado este fenómeno. Más de 500 sospechosos procesados, más de 70 grupos fuera de la circulación y decenas de ataques evitados. Un bagage que no es todo lo positivo que cabría esperar ya que siguen produciéndose cuatro o cinco intentos de secuestro cada mes y 17 barcos y más de 400 marineros permanecen rehenes de los piratas a la espera de la negociación de un millonario rescate que les deje libres. Por eso, el comandante de la misión, el vicealmirante Peter Hudson, confía en que el Consejo de ministros de exteriores de la UE prolongará el próximo lunes la misión de vigilancia aeronaval un año más, para seguir luchando contra la piratería somalí al menos hasta diciembre de 2011.

"Nuestro mandato actual llega hasta diciembre de 2010 pero confío en que el Consejo de ministros de exteriores de la próxima semana lo extienda para seguir operando en 2011", anunció ayer durante una rueda de prensa en la que hizo balance y presentó al teniente general Buster Howes, que le relevará al frente de la misión el próximo lunes 14 de junio. Hudson explicó que en los últimos dos o tres meses lo que han visto en el océano Índico es "una piratería a escala industrial", especialmente en la costa somalí, con gran flexibilidad y capacidad para modificar sus tácticas, y cuya zona de operaciones se ha extendido tanto que consideran necesario ampliar de nuevo la zona de vigilancia -ya lo hicieron una vez para cubrir las Seychelles- hacia el este. "Hemos visto ataques más cerca de India que de África así que se puede decir que es un problema del océano Índico que se genera en Somalia", opina Hudson.

Y es que aunque desde que la UE puso en marcha la misión a principios de 2009 hasta ahora se ha reducido el número de ataques de una quincena por mes a unos cuatro o cinco, lo cierto es que también el número de personas que se dedica a la piratería ha aumentado. Por eso, los responsables de Atalanta lo que quieren ahora es "consolidar" la situación, seguir mejorando la coordinación con los países de la región y con aquellos que tienen fuerzas militares desplegadas en la zona, y, sobre todo, con la industria y los armadores para disminuir al máximo el número de barcos que transitan fuera del corredor de seguridad o no se inscriben en el registro de buques que navegan por la zona.

Barcos vulnerables Aún así la misión seguirá centrada en garantizar la llegada a Somalia de la ayuda humanitaria del programa mundial de alimentos -han escoltado 73 barcos en los últimos meses con 400.000 toneladas de ayuda- a lo que dedican un tercio de sus medios y a proteger a los barcos "vulnerables", una definición imprecisa que no hace referencia a los muchos atuneros que suelen faenar en la zona y que en ocasiones se ven obligados a abandonar la zona designada como segura siguiendo los bancos de túnidos.

Pese a la fortaleza que siguen mostrando los piratas, Hudson aseguró que cuentan con los suficientes medios para cubrir de forma eficaz todo el área de vigilancia y que suelen tener patrullando entre 6 y 8 aviones y otros tantos barcos militares. Los países que contribuyen actualmente con medios son Luxemburgo, Alemania, Suecia, España, Portugal, Francia y Holanda, mientras que Bélgica enviará otro barcos a partir de octubre.