BERMEO. La Organización de Consumidores y Usuarios recomienda no consumir panga y perca más de una vez por semana. Se trata de dos especies de agua dulce y criados en acuicultura en el delta del río Mekong en Vietnam y el Lago Victoria en África. Ante el espectacular incremento en las importaciones de estas especies, la OCU ha analizado filetes de pescado de estas especies hallando restos de pesticidas en el panga y trazas de mercurio en los filetes de panga y perca. Aunque los residuos contaminantes detectados en los controles están dentro de los límites tolerados en la legislación y no suponen un riesgo inmediato para la salud, se recomienda no consumir una cantidad importante de estos productos.
Durante los últimos años se ha producido un espectacular incremento en el volumen de importaciones del pez panga procedente de Vietnam. De las 121 toneladas que llegaron a la península en 2002 se ha pasado a 32.602 toneladas durante 2007. Además, este pescado alcanza importantes niveles de consumo infantil al tratarse de un filete sin piel ni espinas.
La OCU ha analizado 23 muestras de panga (17 congeladas y 6 adquiridas como frescas) y 6 de perca al objeto de comprobar diversos aspectos relacionados con su calidad y seguridad alimentaria. "Debido al modo de producción intensivo y a las zonas donde se localiza, sospechábamos la presencia de posibles contaminantes ambientales", aseguraban desde la OCU. Una vez analizados los filetes de estas especies, los resultados advirtieron la presencia de un herbicida, la trifluoralina, en 4 de las 23 muestras de panga. Se trata de una sustancia prohibida en Europa.
Asimismo, 9 de las 29 muestras de panga y perca analizadas presentaron restos de mercurio. Las cantidades de este metal no superan el límite legal del 0,5 mg/kg pero en algunos casos sí alcanzan la mitad de esa cifra. "Teniendo en cuenta que estos pescados se sirven en comedores escolares y los niños pueden llegar a comerlos varias veces por semana, al final la ingesta de mercurio puede llegar a ser significativa", alertan desde la Organización de Consumidores y Usuarios. Ninguno de los dos contaminantes encontrados supone aisladamente un riesgo inmediato para la salud "pero estos residuos han de ser tenidos en cuenta para realizar los controles y recomendaciones oportunos a la población".
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas manifestó su sorpresa por el hecho de que en un producto descongelado como en el caso del pez panga aparezcan valores tan elevados de los recuentos de microorganismos totales. "Teniendo en cuenta la forma y el lugar de producción se considera muy adecuado realizar análisis de los posibles contaminantes de manera aleatoria en los productos que se importen".
ALERTAS EN EUROPA Asimismo, el pez panga es objeto de numerosas incidencias en el sistema europeo de alerta rápida de alimentos y piensos. En 2007 se produjo una notificación en España sobre presencia de la bacteria escherichia coli en filetes de panga con hojas de limón. Otro ejemplo de alerta se produjo en marzo de 2008 cuando tiene lugar un rechazo en frontera al hallar sustancias prohibidas como nitrofurano y nitrofurazona en filetes de panga procedentes de Vietnam. El propio Gobierno español reconoció que partidas de esta especie dieron positivo en las analíticas de metabolitos, nitrofuranos y cloranfenicol.
El debate sobre la calidad sanitaria del pez panga ha llegado al Parlamento Europeo, al Congreso de los Diputados y al Parlamento de Galicia. En Europa, la Comisión Europea confirmó que Vietnam fue objeto de hasta ocho notificaciones en el marco del sistema rápido de alerta para alimentos durante 2007 y 2008. Cinco de estas alertas estaban relacionadas con la presencia de residuos de medicamentos en filetes de panga. Resulta significativo que países como Estados Unidos o Japón hayan prohibido la importación de este producto.
Otro de los aspectos a tener en cuenta a la hora de analizar el espectacular incremento en el volumen de importaciones de panga al mercado europeo, es la feroz competencia que supone para los productos pesqueros capturados por la flota local. Los productores comunitarios reclaman que todo producto que llegue al mercado europeo respete los requisitos sanitarios, higiénicos, laborales, seguridad y prevención de riesgos exigidos a las flotas pesqueras e industria de acuicultura en Europa.
La Asociación Empresarial de Productores de Cultivos Marinos de España (Apromar) sostiene además que el panga se vende muchas veces "bajo fraude a los consumidores en la identificación de la especie ofrecido como solla, platija o lenguadina". También se ha denunciado la comercialización de perca del Nilo como mero español. Javier Ojeda, gerente de Apromar, añade que este tipo de pescado "no contiene cantidades significativas de aceites Omega 3 ni otros nutrientes esenciales que si están presentes en los pescados comercializados en España procedentes de la pesca y la acuicultura".
Desde el sector pesquero se considera que la llegada masiva de panga constituye una clara agresión a la pesca europea. "Mientras que a nosotros se nos exige una pesca sostenible y sanitaria, se permite la entrada de este pescado sin ningún control. Y se vende sin haberse realizado ninguna campaña sobre cómo se cría, los alimentos que se utilizan para su cultivo, los medios sobre los que trabajan los criadores del Vietnam, etc.".