donostia. Más de un centenar de rumanos han sido desalojados en los últimos días de un pabellón abandonado de la empresa Azkar, en Hernani, asentamiento que había acabado por convertirse en el más numeroso del territorio. Tras adoptarse la medida, una veintena de niños se vieron obligados a dormir ayer bajo la autovía del Urumea, junto al pabellón. Hay once enfermos de tuberculosis. En concreto, son siete niños y cuatro adultos de una misma familia quienes siguen un tratamiento médico en el ambulatorio de Astigarraga. El pabellón será demolido a lo largo de esta semana después de más de dos años de ocupación. A primera hora de la mañana de ayer se procedió al desalojo del último inquilino, cuando una patrulla de la Ertzaintza y agentes de la Guardia Municipal de Hernani intervinieron en la operación sin que se produjera ningún contratiempo. "Tras desalojar al último, han venido otros dos varones, pero les hemos explicado la situación y no ha habido mayores problemas", explicaba un agente que custodiaba el acceso al lugar, que fue vallado.

Poco después se personaron en el lugar miembros del Servicio de Emergencias Sociales de la Diputación, que han realojado a un total de 24 personas, entre las que se encuentran quince niños escolarizados en Astigarraga. Estas personas vivirán de manera temporal en diferentes establecimientos hosteleros.

La zona estaba ayer acordonada y permanecerá así hasta que se proceda al derribo. Operarios de limpieza comenzaron a fumigar el interior del pabellón y retirar la porquería de las chabolas repartidas en los 1.500 metros cuadrados de esta vieja nave ocupada desde hace más de dos años. Operarios de Iberdrola también se personaron en el lugar para evaluar el estado en el que se encuentra el tendido eléctrico.