SIGO sin terminar de asimilar que Pello Otxandiano no haya pasado ni vaya a pasar por las entrevistas electorales de Onda Vasca. Ni por las del conjunto de los medios del Grupo Noticias, de hecho. Nuestra audiencia merecía escuchar directamente al candidato de EH Bildu a lehendakari. También es cierto que, al menos hasta el momento en que escribo estas líneas, Otxandiano está manteniendo o le están haciendo mantener un perfil bastante bajo. No tanto en imagen (los carteles con su rostro y su nombre ya poblaban nuestras calles incluso antes de lo permitido, fuera de las fechas electorales) sino en cuanto a declaraciones y entrevistas a medios de comunicación. Curioso y paradójico, si tenemos en cuenta que es un candidato nuevo y lo suyo, por pura lógica, sería darle a conocer cuanto más mejor. Quizá EH Bildu esté siguiendo la estrategia de esos concursantes de los realities televisivos que optan por pasar desapercibidos y no entrar en las polémicas y broncas convivenciales para llegar casi intactos e incólumes a la gran final.
Ante este autosabotaje, hay que añadir en las últimas semanas varios y significativos “donde dijo digo, digo Diego” de la coalición abertzale y matizaciones a las propuestas de su candidato a Ajuria Enea. Qué decir de la idea de eliminar la deducción fiscal que beneficia a miles de vascos por compra de vivienda. “No hemos planteado eliminarla sino revisarla”, me contestó ayer en Onda Vasca Nerea Kortajarena, cabeza de lista de Bildu por Gipuzkoa. “Yo creo que sí”, respondió Otxandiano en una entrevista a la pregunta de si quitaría esa deducción. Hace un mes, el candidato anunció literalmente esto: “La fiscalidad actual fomenta la cultura de la propiedad. La CAV es la única comunidad del Estado que realiza desgravaciones a cambio de comprar una casa. Por eso, dejamos de reclutar 312 millones de euros al año. Eso no se puede eliminar de un día para otro, pero creemos que debemos empezar a discutir sobre la necesidad y el efecto de esta desgravación”. Conclusión: más tarde o más temprano, sí plantea esa eliminación.
Si Otxandiano también dijo en su día que hay que “desmilitarizar” la Ertzaintza, lo dijo y punto. Ayer pedía Nerea Kortajarena no hacer “una lectura simplista”, pero la expresión es la que es. La elección del término no es de los medios de comunicación. Y es bastante gráfica y elocuente: “desmilitarizar” la Ertzaintza. Y apostar, según Kortajarena, por “una policía democrática” (¿no lo es ahora?).
Por cierto, en las últimas semanas ha desaparecido esa pretensión de Otxandiano de que gobierne la lista más votada. Es llamativo que en campaña ya no se mencione cuando a principios de año insistió en ello en más de una ocasión. Una tecla que el candidato no ha vuelto a tocar mientras otras se han ido afinando sobre la marcha en el piano programático de Bildu. Me da la sensación de que el afinador de la coalición, sea quien sea, está teniendo mucho trabajo a medida que nos acercamos al 21 de abril.