INCLUSO el más neófito de los estrategas electorales sabía ayer que Bizkaia era un terreno baldío para hacer campaña. El territorio se vertebró más que nunca en torno a la ría del Nervión-Ibaizabal, así que los partidos se volcaron en el resto de herrialdes porque competir con la marea zurigorri era causa perdida. Imanol Pradales, eso sí, sacó un rato para acompañar a los campeones de Copa bogando en la trainera de Sotera, que remar en equipo no le es una experiencia extraña en ningún sentido.

En este marco, con la campaña distraída por tantos estímulos felices o luctuosos, no es de extrañar la preocupación del PNV por la movilización de votantes. Entre indecisos y disipados, siente que un 5% de participación arriba o abajo saldría de su caudal de voto. Su candidato a lehendakari agarró por la mañana en Gasteiz por los cuernos el toro de la transición energética a la economía verde recordando que no consiste en dinamitar la industria actual y sus empleos sino transformarla preservándolos con un mix energético sostenible para el que hacen falta proyectos de energía renovable en Euskadi. Pradales recordó además en Renteria que la campaña de verdad, la que decidirá el futuro de Euskadi, comienza ahora, que quedan diez días para decidir el voto y, sobre todo, para decidir ir a votar porque el horizonte de los próximos cuatro años se decide en un solo día, el 21 de abril.

También busca votos debajo de las piedras EH Bildu haciendo palanca con Otegi más que con Otxandiano. Esta semana los busca lejos de la realidad de la gestión en Euskadi Jasone Agirre, que visita Argentina y Uruguay. A ellos no les dice que comparen su sanidad con la vasca ni la política de vivienda ni la emancipación juvenil, por si lo hacen y le dicen. Solo que su voto es importante y por eso la acompaña la número 22 de la lista por Gipuzkoa, Olaia Matxain. Por si sale.

Los jóvenes y su emancipación también preocupan al PSE. Eneko Andueza y Denis Itxaso desgranaron un ambicioso programa de fomento de la vivienda pública similar al que presentan los demás partidos. Luego recordaron la ley estatal, que es como el rey Midas de las soluciones habitacionales, que todo lo que toca lo convierte en alquiler pero hasta la fecha solo lo ha desincentivado.

Volviendo a la energía, dice el candidato de Sumar Andeka Larrea que lo importante es la soberanía energética y la alimentaria. Y se lo dice a un país que tiene que importar la inmensa mayoría de la energía porque, entre otras razones, allí donde puede se obstaculizan plantas de generación, ni siquiera renovable, y en el que no hay espacio físico para generar alimentos para sus 2,2 millones de habitantes. Mentras, sus antiguos compañeros de Podemos han optado por razonar sus políticas con un tebeo en el que se narra que EH Bildu y PSE pactan con el PNV y este se ríe. Eso son propuestas que mejoran la vida de la ciudadanía y lo demás, zarandajas.

Sin perder de vista las lindezas que Vox sigue soltando sobre el Concierto –que no beneficia a nadie en Euskadi más que al Gobierno vasco, dijo ayer su candidata Amaia Martínez y me ponen ustedes aquí el emoji ese de los ojos muy abiertos–, Javier De Andrés hizo ayer un ejercicio de desmemoria al respecto de la actitud del PP. Que hay que rebajar la fiscalidad a las empresas para que no se vayan o para que vengan dice ahora el candidato del partido que recurrió las medidas fiscales vascas desde los gobiernos de La Rioja y Castilla y León. No hay emoticonos suficientes...