“He ido a la compra, a la oficina donde trabajo para hablar con mis compañeros... Un día normal y de recuperación” para el jeltzale Alfonso San Vicente, que se perfila como futuro alcalde de Balmaseda tras una campaña “dura” y una noche electoral “agotadora”. “Los primeros abrazos” al confirmarse el triunfo del PNV ocho años después fueron “para mi mujer y mi hijo, que siguieron toda la jornada como interventores”.
Seis concejales el PNV, cinco la Candidatura Local Independiente, uno EH Bildu y uno el PSE. ¿Cómo valora los resultados?
—Sólo el PNV ha ganado votos. Incluso EH Bildu, que ha crecido a nivel general, perdió cerca de cien. Nosotros hemos acaparado el 44% recuperando más de 200, el PSE registró 200 menos y la CLI contabilizó 180 menos en comparación con hace cuatro años. Ha salido tal y como comentaban las encuestas, aunque no quería confiarme.
¿Qué factores pueden explicar que se haya recuperado la confianza ciudadana?
—Por una parte, creo que ha influido, y así me lo ha transmitido la gente en la campaña de recogida de propuestas y entregando en mano el programa, el descontento con la gestión. Sin embargo, considero que la clave de la victoria ha sido el equipo muy preparado, válido y renovado en un 80%. En política la gente quiere caras nuevas. La monotonía no es buena, vaya bien o mal y en los municipios las personas importan a la hora de votar. También que nuestras propuestas han calado.
¿Por dónde empezarán esa reactivación de la villa de la que tanto han hablado en la campaña?
—En primer lugar, queremos hacer esas cosas que, en teoría, parecen más sencillas y luego entrañan su dificultad: cumplimiento de los servicios, limpieza de las calles, iluminación… Temas que nos han contado en los barrios en los que se perciba un cambio rápidamente. Después, vendrán el resto de proyectos, como uno que me ha llamado mucho la atención durante las visitas: rampas mecánicas que queremos mirar y que se están poniendo en muchos otros municipios. Lo quiero acelerar y será de las primeras cosas a mover.
Pero antes deberá resolverse la investidura. ¿Han iniciado contactos como el PSE, la opción más obvia para un pacto?
—No voy a mentir, no hemos quedado. Aunque nos dieron la enhorabuena, no hemos concretado nada. Habrá que verse y hablar, de la misma manera que lo haremos con el resto de fuerzas. La intención es conversar con todo el mundo y que la oposición se haga de forma sana, yo voy a contar con todo el mundo. Si alguien aporta soy el primero en escuchar y aceptar. Para formar el equipo de gobierno no me quedará más remedio que pactar, pero tendré en cuenta a todo el mundo.