"Es necesario, como mínimo, el cese o dimisión urgente de la ministra (Margarita) Robles. No solo por ser responsable por acción u omisión, sino por sus palabras admitiendo y justificando el espionaje al independentismo, el mismo discurso que Vox". Esquerra tiene claro su planteamiento para dar salida a esta crisis en las relaciones con el Gobierno de Pedro Sánchez, que sin embargo ayer mismo se conjuró delante de los suyos, en la Ejecutiva Federal del PSOE, para buscar recomponer las mayorías con los socios de investidura y así salvar lo que resta de legislatura. Los republicanos no se conformarían con la marcha de la directora del CNI, Paz Esteban, cuyo futuro Moncloa mantiene en el aire, y creen "indecente" las escasas respuestas ofrecidas pasadas tres semanas. Según manifestó la portavoz de ERC, Marta Vilalta, el Estado parece "estar dispuesto a cargarse la democracia para defender la unidad de España", en una persecución al soberanismo "por tierra, mar, agua y cloacas".

El líder socialista trasladó a su partido su confianza en "poder contar con el respaldo de ERC y de otras muchas formaciones políticas cuando el Gobierno tenga que llevar leyes al Congreso"; insistió en su objetivo de salvaguardar el mandato; y resaltó los buenos datos económicos, especialmente en materia de empleo. A su entender, el Ejecutivo de coalición es "fuerte gracias al diálogo y entendimiento con el resto de fuerzas políticas" y "va a acabar la legislatura, entre otras cosas para aclarar con transparencia lo que ha podido ocurrir con Pegasus". El portavoz socialista, Felipe Sicilia, negó cualquier tipo de enfrentamiento "ni dentro del partido ni del Gobierno" por este asunto, pese a las diferencias de criterio entre la responsable de Defensa y el ministro de Presidencia, Félix Bolaños. Y subrayó la absoluta defensa hacia la tarea de Robles: "Una prueba evidente es que sigue siendo ministra de Defensa. Una magnífica ministra, por cierto, muy bien valorada por los ciudadanos cuando se pregunta por ella y un orgullo para este partido". Respecto al porvenir de la encargada del CNI, se está en compás de espera para conocer qué ha ocurrido, principalmente con aquellos supuestos en los que no hubo autorización judicial.

Pero Esquerra solicita acelerar las decisiones. Primero, a la espera de una reunión entre el propio Sánchez y Pere Aragonès, quien ya ha advertido al presidente español de que la celebración de este encuentro "por sí solo no resuelve nada". "¿Hace falta una reunión? Sí. ¿Que sea solo una foto? No", avisó Vilalta. Y además, porque la confianza está tan rota que los diputados y senadores republicanos no entregarán sus dispositivos móviles al Centro Criptológico Nacional para averiguar si han sido o no infectados. "No entregaremos los móviles a quien nos ha espiado para que analice si hemos sido espiados y nos pueda sacar todo de forma directa y no haga falta Pegasus. Depende quién toque según qué móviles va a perjudicar los aparatos como pruebas judiciales", sugirió la dirigente de ERC. Para poder normalizar las relaciones entre ambos gobiernos, Sánchez debería comprometerse a que se den explicaciones "con luz y taquígrafos" y no a puerta cerrada, investigar todo lo sucedido, desclasificar la información sobre el espionaje y asumir responsabilidades en forma de las dimisiones necesarias, empezando por la de la ministra Robles.

podemos no baja el tono

Quien no rebaja su tono es el principal socio de los socialistas. Unidas Podemos sigue demandando dimisiones "al más alto nivel" porque, si no se hace, se estará ocasionando "un grave daño" a la democracia y a la confianza de los ciudadanos en las instituciones. Así se pronunció su portavoz, Pablo Fernández, sin mencionar expresamente de quién piden la destitución, y clamando otra vez por una comisión de investigación parlamentaria sobre estos hechos y también la desclasificación de la información que se comunicó a los diputados presentes en la comisión de secretos oficiales. La formación morada se dirigirá mañana a Bolaños en su comparecencia en la Cámara, donde explicará, entre otros asuntos, la reunión que mantuvo con la Generalitat a raíz de conocerse el espionaje.

Y quien continúa elevando el diapasón es Junts. Su secretario general, Jordi Sànchez, retó a Sánchez a desclasificar los informes y cree "imposible" que el presidente español "no supiese nada" sobre la vigilancia al independentismo porque debía tener los "informes que le remite el CNI", y "si no sabía nada, debería dimitir". En puertas de dejar su cargo, el líder posconvergente denunció que su móvil fue atacado en septiembre de 2015, poco después de haber sido elegido presidente de la ANC y en pleno proceso electoral de las elecciones catalanas ganadas por Junts pel Sí. Consciente ya en 2019 de que se había producido el espionaje, esto fue uno de los motivos que llevó a JxCat a negarse a apoyar la investidura del socialista. Jordi Sànchez está seguro de que esta persecución ha tenido una doble dimensión: una parte de los ataques fueron autorizados por algún juez del Supremo, pero también hubo, según calcula, decenas de actuaciones que probablemente se han producido al margen de la autorización judicial.

Insta a aplicarlo en 15 días. A raíz de una petición de la Asamblea por una Escuela Bilingüe, el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ha ordenado a la Generalitat a que cumpla de "inmediato" la sentencia para implantar el 25% de castellano en todos los centros educativos, y da un plazo máximo de 15 días al Departamento de Educación para que dicte las instrucciones oportunas y fije las garantías de control para su ejecución "forzosa". El Govern hace oídos sordos y presentará recurso.

"Robles debe ser cesada por justificar el espionaje al independentismo con el mismo discurso que Vox"

Portavoz de ERC

"Es imposible que Pedro Sánchez no supiese nada; y si de verdad no lo sabía, tendría que dimitir"

Secretario general de Junts