Que dimita o que la hagan dimitir. Las declaraciones de Margarita Robles llevaron de inmediato a Pere Aragonès a exigir a la responsable de Defensa que asuma su culpa o, en su defecto, que sea Pedro Sánchez quien la destituya después de “bombardear toda posibilidad de entendimiento”. “Lo tiene que hacer porque el CNI estaba bajo su responsabilidad. Si no lo sabía, por incompetente. Y si lo sabía, por actuar vulnerando los principios democráticos más básicos”, valoró el president durante el pleno del Parlament, y tras ver a la ministra “políticamente incapacitada” para ejercer su cargo tras sus últimas afirmaciones. “Dice que por el hecho de que defendemos la independencia de Catalunya, una opción legítima con la que nos presentamos a las elecciones y las ganamos, hay vía libre para que se nos espíe. Esto es lo que ha dicho la ministra de Defensa en el Congreso de los Diputados. Pues la ministra de Defensa debe asumir responsabilidades”, reiteró el Jefe del Govern ante un alegato, el de Robles, “extremadamente grave”.

Aragonès demandó transparencia y que el Gobierno español desclasifique la documentación sobre este asunto para saber quién ordenó el espionaje, quién lo decidió y bajo qué amparo. Así se pronunció en una sesión donde Esquerra acusó a Robles de “mentir, difamar y amenazar”, y calificó de insuficiente e injustificable la respuesta del Ejecutivo a este caso. Por su lado, desde Nueva York en un viaje de trabajo, el vicepresident Jordi Puigneró dijo que la duda no es ya si Robles “dimitirá o no, sino cuándo”.

El líder del PSC, Salvador Illa, aunque su partido votó a favor de que el Parlament lleve el caso a los tribunales, reprochó a Aragonès que haya restringido las relaciones entre los dos gobiernos por este caso, y aseguró que conoce a Robles y su compromiso en defensa del Estado de derecho: “Me cuesta creer que se crea que yo o algún miembro del Gobierno hayan tenido nada que ver con el espionaje político”, sostuvo el socialista, expresando paralelamente su voluntad de que se llegue hasta el fondo de la cuestión.

El president replicó que la reacción de Moncloa no es suficiente. “No puede ser que Bolaños hable de restaurar los efectos y Robles bombardee cualquier posibilidad de entendimiento y de aclaración de la situación”, incidió. Y argumentó que, si el Ejecutivo español no sabía nada como dice Illa, “ya tardan en haber dimisiones de las personas de organismos vinculados al Gobierno que llevaron a cabo” estas actuaciones. Aragonès advirtió de que el caso Pegasus ha abierto una crisis entre la Generalitat y Madrid, y llamó al independentismo a responder a esta cuestión con la “máxima unidad y las máximas alianzas”.

Mensaje de Torra

Muy tajante se pronunció su predecesor en el cargo, Quim Torra, al hilo de esta polémica. A través de un mensaje en su cuenta de Twitter, el expresident invitó a las fuerzas soberanistas a abandonar su respaldo al Ejecutivo de Sánchez. “Se hizo caer al Gobierno de (Mariano) Rajoy por corrupto y por haber aprobado el 155; no se aprobaron los primeros Presupuestos de Sánchez por no cambiar de actitud y tuvo que convocar elecciones; el independentismo no debería dudar ni un segundo en hacer caer hoy mismo al Gobierno Sánchez”, expresó sin ambages.