El Parlamento Vasco ha defendido este jueves la reforma la Ley de Protección de la Seguridad Ciudadana, conocida como la ley mordaza, con el objetivo de contar con una legislación "que cumpla con los estándares internacionales de defensa de derechos y libertades ciudadanas".

Este debate, impulsado por el grupo PP+Cs, ha llegado al pleno del Parlamento Vasco en la semana en la que la ponencia del Congreso que debate sobre su reforma ha retomado los trabajos para estudiar algunos de los cambios más polémicos, como las devoluciones en caliente o el uso de material antidisturbios.

PP+Cs planteaba que la Cámara instara al Gobierno a retirar, a través de sus grupos parlamentarios en el Congreso o en el Senado, "cualquier iniciativa legislativa que suponga la modificación de la ley de seguridad ciudadana en los términos anunciados".

El parlamentario de este grupo Luis Gordillo ha considerado que la aplicación de esta normativa que impulsó el PP "no ha provocado graves consecuencias" sobre los derechos y libertades como decían sus detractores, que es "una buena ley" y ha opinado que se ha revelado como un instrumento "fundamental" para que las policías hagan frente a las principales amenazas de seguridad.

La proposición no de ley de PP+Cs solo ha concitado el apoyo de Vox en la votación y en su lugar ha sido aprobada una enmienda transada por PNV, PSE-EE y Elkarrekin Podemos-IU en defensa de los trabajos en el Congreso para su reforma.

EH Bildu se ha desmarcado de esta enmienda al posicionarse en contra de una reforma y ha reivindicado la derogación total de la normativa. Ha mantenido su enmienda, rechazada por el resto de los grupos, en la que pedía un compromiso del Parlamento para que la actual normativa "no se aplique" en Euskadi.

El PNV hará todo lo posible para que el proceso de reforma continúe

El parlamentario de la coalición soberanista de izquierdas Julen Arzuaga ha criticado que la propuesta de los partidos socios del Gobierno central para esta reforma no establece mecanismos de control de la acción policial ni contempla la prohibición del uso de pelotas de goma ni cambia lo vigente en cuanto a las devoluciones en caliente de los migrantes.

Jon Andoni Atutxa (PNV) ha reiterado que su partido en el Congreso hará todo lo que esté en sus manos para que el proceso de reforma continúe porque, a su juicio, la actual legislación supone "un retroceso de las libertades y de los derechos de la ciudadanía". "No va a llegar ni el apocalipsis ni la anarquía", ha señalado.

Para el PSE, es necesario reformar la norma para "devolver" a la ciudadanía los derechos de libertad de expresión, reunión y manifestación, ha señalado el parlamentario Txarli Prieto.

La portavoz parlamentaria de Elkarrekin Podemos-IU, Miren Gorrotxategi, ha matizado que la modificación de la ley supone "derogar" la ley mordaza para garantizar "el pleno disfrute de las libertades públicas" por parte de la ciudadanía.

Desde Vox, su única parlamentaria, Amaia Martínez, ha opinado que desde el Gobierno y los partidos que lo sustentan quieren "dejar indefensos" a los policías y "proteger a los delincuentes", además de "blanquear" la violencia callejera.