El lehendakari ha decidido acudir a la Conferencia de Presidentes con los líderes autonómicos que ha convocado Pedro Sánchez de manera presencial para el próximo 25 de febrero en La Palma. El encuentro se ha presentado desde Madrid como una muestra de solidaridad ante la crisis que provocó la erupción del volcán, y también servirá para abordar una agenda de cuestiones que complican un desmarque, como la situación epidemiológica, la recuperación económica, la ejecución de los fondos europeos y la modificación del reglamento de la propia Conferencia de Presidentes, además de la cooperación en Protección Civil que ya se había anunciado.

El lehendakari ya participó en diciembre, por videoconferencia, en la conferencia que él mismo solicitó a Sánchez para tomar medidas ante el ascenso galopante de la variante ómicron.

Urkullu recibió la invitación el viernes pasado. Tal y como adelantan fuentes de su entorno a este periódico, el lehendakari no ha querido convertir esta convocatoria en un elemento de tensión, aunque hace unos días recriminaba a Sánchez que no ponga en práctica su voluntad para transferir las competencias que recoge el Estatuto de Gernika, y le pidió sin éxito que blindara los convenios vascos en la reforma laboral. Pero Urkullu ha valorado estos días la agenda del encuentro y lanza la señal de que tampoco es de su gusto condicionar de manera sistemática su presencia en estas conferencias o desplazar el foco hacia la asistencia o no de Euskadi.

CUANDO MANTUVO EN VILO SU PRESENCIA

El lehendakari ya amagó con plantar el foro de Sánchez en los veranos de 2021 y 2020, porque detectaba una intención de relegar los foros bilaterales de relación específica con Euskadi para concertar impuestos o fijar los límites de deuda y déficit. Estaban pendientes las convocatorias de la Comisión Mixta del Concierto Económico, y Urkullu se negó a participar en el foro multilateral de presidentes mientras no se respetara la bilateralidad. Por esa presión, finalmente se celebraron esas reuniones, así que ese asunto ya es agua pasada, y Urkullu acudió a las citas. En paralelo, se espera alcanzar en los próximos días un acuerdo sobre la transferencia del Ingreso Mínimo Vital.

La propia consejera de Autogobierno, Olatz Garamendi, se ausentó en noviembre de la reunión preparatoria de esta conferencia por la parálisis en la negociación de transferencias, pero sí acudió la semana pasada. Esto no es óbice para que pusiera sobre la mesa sus reivindicaciones a la hora de reformar el reglamento: trasladó a la ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, su malestar por no haber recibido la documentación en tiempo y forma, pidió que el reglamento recoja únicamente la capacidad de alcanzar recomendaciones en lugar de acuerdos, y reclamó que no se suplante la relación bilateral entre Euskadi y el Gobierno español.

En cualquier caso, Garamendi se inclinó por no mantener una posición obstaculizadora en vista de que la aprobación de la propuesta requería de unanimidad, si bien se reservó el derecho de llevar esta cuestión nuevamente a la agenda de la próxima reunión.

TENTAR A CATALUNYA

Precisamente este martes, Isabel Rodríguez ha tenido que responder a unas preguntas sobre la conferencia en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. En referencia a Catalunya, dejó ver que espera la asistencia de "todos" los presidentes, incluido Pere Aragonès, y que su Ejecutivo trata de allanar que así sea con la convocatoria de la Comisión Bilateral para el próximo día 18. Falta, por el contrario, reunir la mesa de diálogo sobre el conflicto político.