El expresident catalán, Carles Puigdemont, ha afirmado que los presos de ETA sufren "vulneraciones de derechos fundamentales" que ninguna sociedad "puede admitir" y ha confiado en que 2022 sea el año en que se consoliden las condiciones para "poder hablar de reconciliación y normalización de la vida política y social en Euskal Herria".

La red ciudadana Sare de apoyo a los presos de ETA ha dado a conocer en redes sociales un vídeo en el que Puigdemont traslada su apoyo a las movilizaciones que se desarrollarán el próximo 8 de enero en varias localidades de Euskal Herria para reclamar el fin de la "excepcionalidad" que se, en su opinión, aplica a los reclusos de la organización.

"VISIBLE LO INVISIBLE"

Tras afirmar que la movilización de Sare mantiene visible "lo que algunos querrían que fuera invisible", el expresident catalán denuncia así la "vulneración de derechos fundamentales" que, a su juicio, se da contra los presos y que, "por un motivo u otro, deberían estar gozando de libertad, revisión de grado o de simple acercamiento a sus casas y familias".

"Esto no está pasando y son vulneraciones de derechos fundamentales que ninguna sociedad decente puede admitir y callar cuando se producen", ha añadido.

En este contexto, y tras agradecer a Sare su esfuerzo por "aunar voces plurales" hacia un mensaje internacional en favor de los derechos humanos y fundamentales, Puigdemont afirma que "Euskal Herria es una nación hermana" con la que Catalunya "comparte muchas luchas".

"Me gustaría estar presente para apoyar la movilización, pero tristemente en España hay algo persistente que es el estado de represión, que nada tiene que ver con justicia y nada tiene que ver con el derecho a libertad democrática que queremos para nuestra Europa, la Europa que queremos construir desde los pueblos", ha insistido, para añadir que cuando se "viola, vulnera y amenaza los derechos de las personas no se construye la Europa de pueblos fraternales y libres".

Por último, ha confiado en que 2022 sea el año en que definitivamente se consoliden todas las condiciones "sin excepción" para "poder hablar de reconciliación y de la necesaria normalización de la vida política y social en Euskal Herria".