"2022 debe ser el año en que empecemos a desbloquear el conflicto con el Estado" de manera que haya resultados tangibles para los ciudadanos de Catalunya, que apoyan mayoritariamente la autodeterminación y la amnistía. Así se pronunció Pere Aragonès en un mensaje institucional de fin de año donde, de apreciar inmovilismo y un escenario encallado por parte del Gobierno español, advirtió de que desde el Govern se empezarían a "construir alternativas" con realismo, máximo consenso y aprendiendo de la experiencia. El líder de ERC lo justificó asegurando que los catalanes no están dispuestos a renunciar a "la resolución democrática del conflicto político" pero tampoco a la independencia. Sin embargo, desde Moncloa, lejos de recoger el guante, dieron prácticamente por aparcada la mesa de diálogo, la herramienta que enarboló principalmente Pedro Sánchez para la distensión, justificando esta coyuntura en la crisis sanitaria aún vigente. El portavoz de la Ejecutiva Federal del PSOE, Felipe Sicilia, mantuvo la apuesta por este foro dentro del "marco constitucional" pero señaló que la mayor preocupación de cualquier gobierno ahora debe ser "combatir la pandemia" y lograr la recuperación económica.

"Debe ser el año en que la negociación con el Estado avance y comience a aportar resultados tangibles", había proclamado horas antes Aragonès al tiempo que defendía la inmersión lingüística que, a juicio del independentismo, vuelve a sufrir nuevos ataques desde los poderes del Estado. Pero la bancada socialista del Ejecutivo echa el freno a la mesa. "Reiteramos nuestra apuesta por el diálogo y por el consenso. En ese marco estoy convencido de que se llegará a acordar una fecha en la que se pueda reunir esa mesa de diálogo", se limitó a apuntar Sicilia sin querer profundizar en el asunto. De hecho, Sánchez solamente se refirió ayer a temas como la situación en La Palma y a los efectos de la variante Ómicron en la crisis del coronavirus. Algo que el PP aprovechó para afear su "silencio" y "no poner en su sitio" al dirigente republicano.

ataques de la derecha

La vicesecretaria de Organización del PP, Ana Beltrán, censuró que Sánchez sea "cómplice del chantaje independentista", mientras que su vicesecretario de Política Territorial, Antonio González Terol, recalcó que el presidente español "es rehén del independentismo y de los golpistas indultados". También el vicesecretario de Comunicación de Génova 13, Pablo Montesinos, exigió al líder socialista que defienda "la soberanía nacional ante los independentistas". "Catalunya no puede ser como el lejano oeste, no puede ser una parte de España en la que no se cumpla la ley", sostuvo, al tiempo que cargó contra Aragonès por "amenazar a todos los españoles con volver a incumplir la legalidad, con volver a dar un golpe de Estado, con intentar hacer añicos la Constitución". "¿Han escuchado al presidente del Gobierno censurarle? ¿Va romper el presidente del Gobierno sus acuerdos con aquellos que están hoy amenazando la igualdad de todos los españoles y la soberanía nacional?. Sí o no, que responda Sánchez", emplazó Montesinos. En parecidos términos se pronunció el portavoz adjunto de C's en el Congreso, Edmundo Bal, quien cree que el nuevo "desafío y la amenaza a España" del president es el "resultado de las cesiones" del jefe del Ejecutivo español. Más allá fue el líder de Vox en el Parlament, Ignacio Garriga, aventurando el resultado de un nuevo impulso al procés: "Que lo intenten si se atreven. Os meteremos en la cárcel de nuevo".

Aunque sin un tono tan belicoso, el primer secretario del PSC, Salvador Illa, trasladó igualmente su queja al entender que la credibilidad de Aragonès está "en tiempo de descuento" en materia de diálogo. "Exige a los demás lo que no practica en Catalunya", reseñó tras descartar el republicano abrir una mesa con partidos con representación en el Parlament, tal y como demandan los socialistas y aprobó la propia Cámara. El jefe de la oposición en Catalunya recordó que el acuerdo entre socialistas y ERC para alumbrar la investidura de Sánchez como presidente del Gobierno español tenía "tres patas" que buscaban recuperar el entendimiento. "La mesa de diálogo entre ambos ejecutivos; la comisión bilateral entre Generalitat y Gobierno central; y establecer el diálogo entre partidos catalanes".

"Si la negociación se encalla tenemos que empezar a construir alternativas tangibles"

President de la Generalitat

"La preocupación de todo gobierno debe ser la recuperación económica y combatir la pandemia"

Portavoz de la Ejecutiva Federal del PSOE